Ahora Obama quiere incrementar los impuestos sobre empresas, sobre la inversión, y sobre las rentas de los creadores de empleos más productivos. ¿Ha perdido la razón?
GEES
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Vendeano dijo el día 27 de Febrero de 2009 a las 22:01:
Comenta Jorge Vilches en otro artículo que, no habiendo leyes históricas, con lo que estoy de acuerdo (y estoy casi siempre de acuerdo con sus opiniones), no se puede decir que la Segunda Restauración haya fracasado ya en España. Un comentarista, jaime_ba, decía que eso no era psicohistoria (por el historicismo de Asimov en la saga de La Fundación), que era el hic te nunc, el AQUÍ Y AHORA. Señores de GEES, han descrito ustedes algo muy importante del aquí y ahora del planeta, y no puedo estar más de acuerdo ni más sobrecogido, porque no veo qué cosas nuevas e inesperadas podrían detener la tendencia general a lo que, en física, se llama cambio de estado: algo siempre impredecible un momento antes (técnicamente, una catástrofe), una reordenación súbita de todo lo que conocemos, con gran desprendimiento de energía o, por el contrario, una paralización general, o todo a la vez en distintas partes. Y los átomos que tienen que hervir en violencia o congelarse en cristales estatales somos, amigos, nosotros. Hoy, quisiera creer en la oración.
Comenta Jorge Vilches en otro artículo que, no habiendo leyes históricas, con lo que estoy de acuerdo (y estoy casi siempre de acuerdo con sus opiniones), no se puede decir que la Segunda Restauración haya fracasado ya en España. Un comentarista, jaime_ba, decía que eso no era psicohistoria (por el historicismo de Asimov en la saga de La Fundación), que era el hic te nunc, el AQUÍ Y AHORA. Señores de GEES, han descrito ustedes algo muy importante del aquí y ahora del planeta, y no puedo estar más de acuerdo ni más sobrecogido, porque no veo qué cosas nuevas e inesperadas podrían detener la tendencia general a lo que, en física, se llama cambio de estado: algo siempre impredecible un momento antes (técnicamente, una catástrofe), una reordenación súbita de todo lo que conocemos, con gran desprendimiento de energía o, por el contrario, una paralización general, o todo a la vez en distintas partes. Y los átomos que tienen que hervir en violencia o congelarse en cristales estatales somos, amigos, nosotros. Hoy, quisiera creer en la oración.