En nuestra empresa han despedido a dos mil trabajadores desde el 2007 con la aquiescencia del Comité de empresa en pleno.
No han exigido documentación imprescindible para acreditar despidos y deslocalizaciones y la persona que quiso denunciar esto (la antigua directora del Comité que fue destituida mientras se encontraba de baja con quimioterapia, por lo visto era 'demasiado' vehemente defendiendo los derechos de sus compañeros) se dirigió al País y como dependemos para casi todas las campañas de Vodafone la dijeron que no publicarían ninguna de las denuncias de las irregularidades cometidas porque sufrirían una merma de las páginas dedicadas a publicidad por parte de esta empresa.
No sé en qué momento los sindicatos renunciaron a defender nuestros derechos (los míos la verdad es que tuve consciencia bien pronto) pero esta dejadez a nivel colectivo esté llevando la ruina y la desesperación a un montón de personas y no hay ningún eco social de ello.
Alguien tiene que mostrar que en los tiempos en que se ha relegado a la Iglesia católica al estricto ámbito personal hay un Ente que se ha ocupado de llenar el hueco que han dejado dictándonos qué es lo que tenemos que pensar, en qué momentos expresarlos y en cuáles reprimirnos de ello, cuándo y cómo salir a la calle y, sobre todo a quién 'quemar' en la hoguera para satisfacer el ansia de justicia que todos albergamos dentro
Esto se solucionaba fácil mente los sindicatos que cobren de sus afiliados no del dinero publico ya esta bien de estar dándoles inmuebles que según ellos les pertenecen