El sistema de pensiones es una bomba de relojería que hay que desactivar, de acuerdo. Pero, en mi opinión, reducirlo todo a esta cuestión o a los altos salarios es una falacia: los salarios españoles, a excepción de las altísimas retribuciones de los ejecutivos, son de los más bajos de Europa.
Nunca tenemos en cuenta otras variables determinantes: la burocracia asfixiante y omnipresente, las arbitrariedades legales, el permanente intervencionismo legislativo, la inflexibilidad de nuestra le legislación laboral (heredera del franquismo), la carestía de la energía, la falta de mano de obra especializada causada por la muy degradada e ineficiente formación profesional, la politización, ineficacia, despilfarro y sectarismo imperante en los órganos de gobierno de las Cajas de Ahorros y, sobre todo, la tremenda inflación de personal afín a los partidos gobernantes, gastos irresponsables y derroche sin freno de las CC.AA. y Ayuntamientos, verdaderas máquinas de gastar dinero público sin ton ni son.
Sin afrontar estos problemas desde su misma raíz, rebajar los salarios de los más depauperados, aparte de injusto, no resolverá los problemas de nuestra economía.
Pues no veo motivo alguno para pensar que el que nos intervenga 'Uropa' sea algo positivo. De allí van a llegar las recetas de siempre: recortar prestaciones sociales y bajar el sueldo de los funcionarios. Vamos, las recetillas de toda la vida de los listillos liberales y que son también las mismas que imponen los organismos internacionales, port otra parte nada liberales. ¿Curioso, no?
Europa no se va a meter en honduras; a saber: el que tengamos un sistema político-administrativo de locos, con 17 parlamentos autonómicos con toda la parafernalia y dispendio propios de un Estado soberano. Que sobre las espaldas del contribuyente español descanse la burocracia europea, la estatal, la autonómica, la de las diputaciones y la de los ayuntamientos.
Al final, el funcionario de a pie (sí, ese que se pongan como se pongan los liberales hace, por ejemplo, que tengamos uno de los mejores sistemas de salud del mundo) y los pensionistas serán los que paguen el pato. Los políticos seguirán como siempre, gastando lo que no es suyo. Resultará que se rebajarán salarios y pensiones, pero habrá dinero para lesbianas de Tanzania, ONG de todo pelaje, cúpulas de Barceló, artistas de la ceja, festejos populares, ayudas a clubs de fútbol, embajadas catalanas en París, Berlín o Nueva York, asesores, escoltas de políticos, televisiones autonómica, etc., etc.
Me hace gracia lo de la capitalización de las pensiones. Al final, o el Estado termina de todas formas robándote los ahorros (véase ahora mismo Argentina) o se produce en algún momento una superinflación y tu plan de pensiones pierde casi todo su valor, o la bolsa pega un bajón y está 10 años por los suelos con los mismos resultados que lo anterior, o el fondo de pensiones quiebra.
Es más que curioso escuchar estos días a los esquizofrénicos liberales atacar a Zapatero por intentar meter mano a las pensiones, pero decir por otro lado que eso es lo que hay que hacer: ‘convertir en miserables a varios millones de pensionistas dejándoles con una pensión prácticamente asistencial’.
¡Olé! por el artículo.
El liberalismo crea riqueza, el socialismo reparte miseria.