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Dos eran dos: los escenarios de España

Ante la cruda realidad de nuestra economía, la salida de España del euro volverá a plantearse por muy dañina y costosa que pueda parecer a día de hoy.

doneloys dijo el día 4 de Marzo de 2010 a las 10:26:

Obviamente, decía que los intereses de la deuda aún son asumibles... CON TIPOS BAJOS y mientras estemos en el euro, en este momento unos 30.000 millones de euros al año, PRECISAMENTE para hacer ver lo que va a suceder cuando el BCE empiece a subir tipos..., o lo que sucedería si saliéramos del euro para devaluar, y nuestra deuda EN EUROS se multiplicase por dos al día siguiente, o sea unos intereses EN EUROS (porque nuestra deuda, además, es mayoriatriamente con el exterior), ya completamente disparatados, lo que supondría tanto por los intereses como por el principal, la quiebra absoluta y total del país. Para entendernos, el ajuste hay que hacerlo controlando gasto (bueno, controlando..., más bien CERRANDO y adaptando a lo bestia a nuestra situación, todo el aparato de todas las Admons. Públicas), y no con chanchullos sobre la moneda...

lluviaen dijo el día 2 de Marzo de 2010 a las 21:11:

Perdone doneloys, pero usted no sabe lo que dice. ¿Que los intereses de la deuda son bajos?. El Estado, es decir, todos nosotros, pagamos sólo de interés de la deuda 70 millones de € diarios, SÍ, DIARIOS.Eso no hay economía que lo aguante. Y menos se podrá aguantar pidiendo más deuda para pagar la ya existente, y más intereses, así, agrandando la bola de nieve que nos engulle. La deuda no se puede pagar con más deuda, eso lo único que nos asegura es trabajar como esclavos para el Capital prestamista, que es lo que cada vez pasa más y más.

La pregunta es ¿por qué razón preferimos pedir dinero prestado-con sus correspondientes intereses- a un consorcio privado de bancos(que son los que en realidad emiten el €), en lugar de emitirla nosotros mismos, y para variar sin intereses?. Así se acabaría la romería de impuestos que nos fríe los sueldos y hasta tendríamos pleno empleo algún día.

doneloys dijo el día 2 de Marzo de 2010 a las 14:11:

Los intereses, con tipos bajos, hoy aún son muy pequeños, pero nuestra deuda EN EUROS se multiplicaría automáticamente, como mínimo, por dos si salimos del euro..., ahí la devaluación ya no sólo la decidiríamos y haríamos nosotros, nos la harían los mercados..., mejor que devaluar la moneda saliendo del euro ES "DEVALUARNOS NOSOTROS MISMOS", es decir, nuestros sueldos..., los productos "interiores" rápidamente se ajustarían a los nuevos sueldos, y dejaríamos de comprar al exterior, que se encarecería en la medida en que nos bajemos los salarios nosotros..., es la única solución, ponernos en el lugar que realmente nos corresponde..., y será una cura muy buena para toda la sociedad..., una vez que se haga algo así, la gente ya no tolerará que gastemos en ministerios de igualdad o en institutos de la mujer o de la juventud..., son tantas las partidas (perdón, las chorradas) en las que este país podría ahorrar...

lluviaen dijo el día 2 de Marzo de 2010 a las 11:46:

Sin soberanía financiera no hay soberanía política. No tenemos soberanía financiera, no podemos emitir nuestra moneda según nuestras necesidades. Así de sencillo, estamos en manos del Capital Prestamista. Todo el IVA que se recaude este año, no da ni para pagar la deuda, todo es para el interés de la misma

Con el € nos la han metido doblada(no me gusta este lenguaje, pero explica lo que quiero decir en pocas palabras).

Deberíamos salir del €, y pagar la deuda, pero no los intereses. Ahí está el quid de la cuestión, pues unos intereses usureros, impuestos por una máquinita de hacer papel en Francfurt, estando toda esa moneda respaldada por...NADA, hay que pelear por negarnos a pagar los intereses, si es necesario a través de la rebelión y desobediencia civil si los partidos no están por la cuestión. Que no lo estarán, pues son los hombres de paja de ese Capital Prestamista internacional que es en realidad para quien trabajan y a quienes sirven a cambio de las prebendas que ya todos conocemos.

doneloys dijo el día 2 de Marzo de 2010 a las 08:04:

En el euro hay que seguir, imaginemos cómo subiría nuestra deuda con la enorme devaluación que se produciría automáticamente, sería la quiebra del país de inmediato, nuestra deuda con el exterior se multiplicaría por dos como mínimo..., la solución pasa por ajustar los gastos a los ingresos, y si todo el país se tiene que bajar el sueldo un veinte por ciento (para empezar), pues habrá que hacerlo (al menos tendremos una moneda estable). Obviamente cuadrar los presupuestos no es más que empezar, luego hay que hacer todas las reformas necesarias..., desde al energética a la de la educación, , laboral, extranjería, de la propia estructura del Estado (unidad de mercado, etc...), fiscal..., en fin, partir desde donde sea, pero ser competitivos y empezar a crecer, repito, partiendo desde donde sea, pero de forma sana...

lluviaen dijo el día 2 de Marzo de 2010 a las 06:14:

La entrada en el euro desató una espiral de inflación en el ajuste de los precios que no ha sido registrada. En no pocos artículos y servicios se llegó a un porcentaje escandaloso de subidas. Tampoco se ha estudiado con exactitud el impacto en los precios de la vivienda, que se acercaron a un incremento del 50% apenas un año después. Como siempre, las clases medias asalariadas vieron mermado su poder adquisitivo y disparado su endeudamiento. Desde el segundo año del nuevo siglo, el paro y los precios de la vivienda ya hacen imposible que los jóvenes puedan emanciparse del hogar paterno.



El crecimiento económico continuó en los primeros dos mil. La moderación salarial disparó el beneficio, a pesar de que el consumo interno era el auténtico motor de aquel, pero siempre gracias a unos tipos de interés bajos, cosa que tendría que terminar en algún momento. El superávit que debieron acumular las cuentas públicas no fue suficiente ante el despilfarro autonómico. La puntilla vendría del crack financiero internacional.



Treinta y dos años después, en una crisis que cuestiona el valor de las cosas, carecemos precisamente del valor seguro de sectores productivos en la economía. Es la premeditada transformación de España por el posfranquismo lo que nos ha traído hasta aquí, sólo que lo que para los potentados es ahora un ligero soplo en la frente, para los demás supone un devastador huracán. Y es imposible que las clases medias podamos escapar a la crisis perpetua mientras continúe esta Monarquía de Partidos, impermeable por su diseño institucional al interés de la mayoría.



Fijándonos en el lapso 1977-2007 (efeméride redonda de los treinta años desde las consideradas primeras elecciones democráticas), los ocupados en agricultura e industria, los dos sectores productivos, han pasado de ser el 48,6% a solamente el 20,56% (4,54%+16,02% respectivamente) del total, disparándose los servicios del 41,7% al 66,17% de los ocupados. El segmento de población infantil, entre 0 y 15 años, se ha reducido en 13 puntos porcentuales y 4.337,1 miles de almas. Ello a pesar de que las personas que aportan algún ingreso a sus familias han pasado de un 41,4% a un 63,7% de la población. De entre éstos, las rentas del 24,5% provenían de los organismos públicos en el año 1977.



En 2007, hasta el 38,2% de todos los que aportan ingresos a sus familias dependían del Estado, lo que son más de 10 millones de españoles. Algo —por supuesto que combinado con el rígido control de un espacio público sometido a la propagación de la mentira oficial (la mejor demostración de ello está, justamente ahora, en que, a pesar de la que está cayendo, el Régimen de poder es lo único que no se cuestiona)— que facilitará que ellos y sus familias siempre voten.

J.A. Sanchidrián
Movimiento Ciudadano hacia la República Constitucional