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Guillermo Dupuy

Las reformas que cabe esperar de ZP

De ZP no cabe esperar que aprenda lección alguna, salvo el modo en que los griegos han podido manipular durante tanto tiempo sus datos macroeconómicos y el estado de sus cuentas. Y en esto los socialistas españoles, más que recibirlas, ya pueden darlas.

Ya podrán los expertos económicos, el principal partido de la oposición, nuestros socios europeos, los editoriales de prensa o el mismísimo gobernador del Banco de España pedir cuantas veces quieran a Zapatero que "extraiga lecciones del caso griego", pero, se pongan como se pongan, las únicas reformas que cabe esperar de su Gobierno son las destinadas a encubrir a dónde nos lleva su inmovilismo, tanto a la hora de reducir nuestro galopante déficit público como al acometer las reformas liberalizadoras que requiere nuestra economía.

De un Gobierno que, en plena crisis económica, es capaz de aprobar que el Estado se gaste más de un millón de euros para que los senadores en España no tengan por qué debatir en español, o que dedica 1.480 millones para subvencionar una industria tan ineficiente y, para colmo, tan altamente contaminante como es la del carbón, no cabe esperar que aprenda nada, salvo la forma en la que los gobernantes griegos han podido manipular durante tanto tiempo sus datos macroeconómicos y el estado de sus cuentas.

Y en esto de manipular, los socialistas españoles más que recibir lecciones, pueden ya darlas. De hecho la noticia que publica este lunes El Mundo sobre los 255.000 euros que cada minero cuesta anualmente a los contribuyentes, bien puede ser considerada una forma –eso sí, muy cara– de maquillar los datos del desempleo en España.

Por mucho que esta delirante política energética, que cuesta a los españoles mucho más de lo que les costaría sufragar el paro a todos los mineros del carbón, no sea novedosa en España, todavía es más inadmisible en tiempos de crisis. ¿Y qué decir de los miles de millones de euros que el Gobierno ha despilfarrado en planes E y en puestos de trabajo insostenibles que no tenían demanda real en España?

No hay que olvidar, por otra parte, que el Ejecutivo de Zapatero, con la condescendencia de la mayoría de los medios de comunicación, ya viene de manera directa y sistemática manipulando las cifras de paro a través de una contabilidad que excluye a alrededor de medio millón de demandantes de empleo no ocupados de la cifra total de desempleados.

Otro tanto se podría decir del llamado Plan Extrordinario de Infraestructuras, que asciende a 17.000 millones de euros, con el que Gobierno pretende no sólo maquillar las cifras del paro sino también las del déficit y del endeudamiento. Y esto es así gracias al bochornoso apaño alcanzado con las constructoras, gracias al cual ellas se harán cargo del coste hasta después de las elecciones, para luego endosárselo con intereses a los futuros gobiernos durante un periodo que va desde 2014 hasta 2044.

Con un Ejecutivo como el de Zapatero, que ha hecho de la mentira y de la ocultación su auténtica política económica, sólo cabe esperar nuevos y más secretos agujeros negros en nuestra contabilidad nacional, aun mayores que los que se encontró el PP tras los gobiernos de Felipe González. Es por ello por lo que los medios de comunicación, más que pedir peras al olmo solicitando a Zapatero reformas que éste no va a acometer, lo que deberían hacer es extremar su vigilancia y su resistencia a las formas con las que el presidente encubre el desastre al que nos esta dirigiendo su inmovilismo.

Ya sé que la realidad siempre termina por pasar factura, pero Zapatero aspira, siguiendo el ejemplo griego, a que sean otros los que la paguen.

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