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Un sencillo plan para acabar con el déficit

Con medidas como éstas, España puede dejar de ser un país de gorrones al borde de la quiebra, para convertirse en una economía solvente y confiable. Incluso tendríamos margen para contrarrestar la eventual quiebra del sector bancario.

punt dijo el día 8 de Junio de 2010 a las 19:09:

Discrepo de los últimos comentarios. Yo sí creo que deben eliminarse tanto el cheque-bebé como la subvención para I+D.

Desde luego, se debe fomentar la natalidad, pero no mediante subvenciones puntuales sino mediante exenciones fiscales sostenidas. Al final, el enfoque liberal/garantista es siempre más sencillo y eficiente que el estatista/intervencionista: siempre es mejor no sacar el dinero del bolsillo del contribuyente que primero sacarlo y luego volver a repartirlo. De la segunda forma se pierde muchísimo dinero por el camino.

Y sobre la I+D, debe permitirse a las empresas que investiguen y desarrollen por su cuenta. La subvención a las I+D tiene como consecuencia que los proyectos que acaparan las subvenciones no son los más necesarios ni los más demandados por la gente, sino los más afines al criterio de la administración que concede las subvenciones.

Como "quien paga, manda", el hecho de que pague la administración hace que existan empresas especializadas en captar subvenciones por la sencilla técnica de incluir algunas expresiones rimbombantes políticamente correctas ("ecológico" -o cualquier otra palabra que empiece por "eco"-, "igualdad", "progreso", "desarrollo", etc) en los proyectos presentados.

En lugar de subvenciones, redúzcase la fiscalidad a las empresas y automáticamente ellas se pondrán a buscar las mejores formas de competir en el mercado, lo que incluye el I+D.

Pero hay que eliminar lo que hace ZP, que no es el I+D+i: lo que hace es el I+D+i+o+t+a.

Un saludo.

Herbert dijo el día 8 de Junio de 2010 a las 16:55:

Fredense y Don_Leti: Nadie está de acuerdo en suprimir las partidas que les afectan. Estoy completamente de acuerdo con el Sr. Rallo. El que quiera investigación, que se la pague. El que quiera niños, que los mantenga.

Si yo no quiero investigación ni niños, a ver porque el estado tiene que obligarme a pagar la investigación y los niños de los demás. Además, ¿será que todavía no tenéis claro que subvencionar algo es la mejor manera para evitar que se desarrolle?

En cuanto más dinero ponga el estado para I+D, menos rendirán las investigaciones, menos se adecuarán a las necesidades reales y menos rentable nos saldrá la inversión. Al asunto de la natalidad se le aplica el mismo cuento, mutatis mutandis.

Miren el ejemplo del cine "español": lo subvencionan tanto, que ingresa más por subvenciones que por taquilla. Pero, ¿va más gente a verlo? ¿es de mayor calidad? NO. Las subvenciones pudren lo que tocan. Cada palo que aguante su vela.

Fredense dijo el día 8 de Junio de 2010 a las 09:09:

No estoy de acuerdo en suprimir I+D ni el cheque bebé. Ambas partidas habría que aumentarlas drásticamente. En todo lo demás, de acuerdo.

Don_Leti dijo el día 8 de Junio de 2010 a las 00:32:


Cómo se nota que usted no sabe nada de I+D ni tiene la más remota idea de qué es la investigación científica y tecnológica, ni cómo se gestiona ...

¿Que las empresas... ESPAÑOLAS... desarrollen I+D? ¡! Usted sueña, amigo. Pero da igual, ningún estado serio, incluso en los que hay empresas de verdad, empezando por EEUU, renuncia a financiar y promocionar la I+D. Documéntese sobre la NSF, por ejemplo, o sobre la investigación en la UE.

kons dijo el día 14 de Mayo de 2010 a las 21:18:

Sr. Rallo
Estoy de acuerdo en todo lo escrito salvo en el cheque-bebé.
Si queremos construir una sociedad con futuro y que las nuevas generaciones sostengan el sistema, necesitamos aumentar los nacimientos en España.
Llámelo como quiera pero hacen falta políticas de fomento de la natalidad.
La invasión silenciosa por el sur se está produciendo por la diferencia de nacimientos de inmigrantes vs nacimientos de españoles.
Téngalo en cuenta

Saludos

Jaser dijo el día 14 de Mayo de 2010 a las 12:04:

Bien; pero ahora ¿qué hacemos con los cinco millones de parados? La demanda interna está en economía de guerra y no ayuda a generar empleo. De esta manera arreglamos el déficit, que no es poco, pero los ingresos fiscales seguirán siendo paupérrimos para sostener la megaestructura autonómica que nos desvertebra. Hay que hacer mucho más. El recorte del gasto público es fundamental para detener la hemorragia, pero la herida sigue abierta.

0aladin0 dijo el día 13 de Mayo de 2010 a las 18:14:

Sr. Rallo, estoy seguro de que, además, sabe como desarrollar todos y cada uno de los puntos desarrollados, así que le propongo como ministro de Economía.
Acepte Ud. hombre, que este país necesita mentes preclaras en vez de chorizos.

nw_spain dijo el día 13 de Mayo de 2010 a las 18:00:

Señor Rallo, sabe perfectamente que las medidas de ayer no son suficientes, rebajar sólo 15.000 millones de euros el monstruoso déficit no lleva a ninguna parte. Nuestros acreedores volverán a pedir reducciones drásticas del gasto público, no apaños. La pesadilla para ZetaParo no ha hecho más que comenzar, por mentiroso compulsivo.

No hace falta ser un gran profesor de Economía como usted para darse cuenta de que con la próxima -inminente- subida generalizada y brutal de impuestos, el consumo caerá hasta límites insospechados, con lo cual el paro crecerá a un ritmo incesante.

Caminamos decididamente hacia una economía de subsistencia pura y dura, donde para el grueso de la población -el que castiga el miserable que padecemos de Presidente-, el simple hecho de tomarse un café al día será todo un lujo al alcance de pocos.

¿Por qué no dimite ZetaParo cuando es lo que haría una persona decente? Tengo una respuesta personal e intransferible: es una mala persona, un cáncer, un mal bicho, y antes que reconocer que se equivocó al no tomar las medidas oportunas en 2008, es capaz de llevar al país a la más absoluta ruina. Él siempre por delante, su ego es elefantiásico. Es el tipo de persona del que siempre hay que huir, jamás tenerlo cerca, ni como conocido.

Así empezaba Jesús Cacho en un artículo suyo en El Confidencial:

“Estamos jodidos con mi paisano Zapatero”, escribe un lector de El Confidencial esta misma semana. “Lo conozco mucho personalmente, porque tomé vinos con él por el Barrio Húmedo leonés y más de una vez viajamos juntos en coche, con otros diputados, desde Benavente a Madrid. Nunca dio la impresión de ser muy listín, pero lo que siempre me admiró fue su condición de gorrón recalcitrante: José Luis ni ponía coche, ni hacía ademán de pagar el peaje, y mucho menos sacar la cartera si teníamos que visitar una gasolinera. Todos pagábamos menos él. Alguno se descaraba y le afeaba la conducta, pero el tío se hacia el distraído y hasta la próxima. Y si te lo encontrabas en el bar del Congreso, se escabullía para no tener que invitarte a un café. Nada de nada. Y nunca. Un caso de libro de no saber andar por la vida. De modo que estamos superjodidos, Jesús, porque si éste tiene que arruinar España para seguir en el machito, lo hará, no te quepa la menor duda”.

Ése es Zapatero, una maldición venida después de 192 asesinatos sin resolver.