Has clavado el artículo,Pablo.La verdad es que el zejas lo que está esperando es que se recupere la economía para poder seguir dando el dinero a sus amigos proterroristas en mayor medida de lo que acostumbra,no es ningún secreto.
En cuanto a la reforma ,desde mi punto de vista,si no se eliminan las autonomías no hay nada que hacer porque tendremos que seguir dando de comer a 17 gobiernos y eso es una ruina.
Totalmente de acuerdo con él articulo
Pablo, respondo a tu pregunta, para volverse de derechas hay que venir de la izquierda moderada y éste viene de la progresía, o sea, que no puede girarse al otro lado. Lo de hoy, la reforma laboral/liberal es otra patada más del genio a todo lo que se menea, producto no sólo de la presión internacional que le ahoga y dejará de prestar $ sino del "efecto" Vaticano, porque aunque él no lo crea, aún existen los MILAGROS.
Pablo, siempre es un placer disfrutar su fino sentido del humor y su agudo análisis de la realidad.
sin embargo ZP no decide NADA ahora mismo en materia económica. ESpaña ha sido de hecho intervenida por Alemania y USA a través del FMI.
Le han dicho en términos tajantes: O haces lo que decimos o no compramos tu deuda. si lo hacemos y declaramos que no lo vamos a hacer, tus bonos valdrán lo mismo que un pis cervecero.
En este mes tenía los primeros vencimientos de miles de millones de euros y tenía que colocar otra remesa para poder seguir haciendo más grande la bola de la ruina.
Era elegir entre la vergüenza y el desgaste electoral o ser el protagonista de la quiebra financiera de España, sin ayudas. En esos términos decir que DECIDE, es mucho decir.
Sólo aplica con el criterio más rasposo que puede lo que le han impuesto. Y vendrán más cosas, no lo olviden.
LO único bueno del asunto es que tal y como yo opinaba Rajoy no debía coger el timón antes de que esto se produjera, ya que se veía venir que tenía que corregir la carrera hacia el abismo antes de final de legislatura.
Ese desgaste electoral mayúsculo que ha sufrido este bobo de ZP, hubiera sido insoportable para la derecha, encarnada en este acuoso y amorfo Rajoy, que no contenta a nadie.
La presión sindical se hubiera tumbado nada más empezar.