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Fundación Heritage

Política económica: hay otro camino

Parece que Estados Unidos está siguiendo los mismos pasos de nuestros países latinoamericanos, ésos que abandonamos para vivir aquí.

Estados Unidos está en una encrucijada. Varias cifras económicas demuestran que ese país está inmerso en una severa recesión y varias encuestas confirman que el pueblo desaprueba la política aplicada por el Congreso. Además esas mismas encuestas señalan que el presidente está perdiendo cada vez más el respaldo de los votantes americanos.

No obstante, el presidente y sus aliados en el Congreso continúan abogando por su política, jurándonos que los resultados ya están a la vuelta de la esquina. Mientras tanto, el tamaño del Gobierno federal se multiplica, creando más burocracia que solamente hace que nuestro déficit nacional aumente.

Pero, ¿qué tal si en lugar de seguir en este camino, el país tomara otra ruta para salir de esta recesión económica? Parece que estemos convencidos de que las recomendaciones del presidente y sus aliados son la única alternativa, cuando no es así.

Esta búsqueda de un nuevo camino es precisamente lo que proponen más de una docena de expertos de la Fundación Heritage en un informe titulado Solutions for America (Soluciones para Estados Unidos). Aunque no todas las recomendaciones incluidas en el informe son totalmente novedosas, éste ofrece un camino a seguir distinto al que actualmente ofrece la capital estadounidense.

Entre los hallazgos más importantes, el informe destaca precisamente lo que el Congreso prefiere evitar por miedo a las posibles consecuencias políticas, aunque sea muy relevante. Concretamente, ambos partidos políticos son responsables de no querer reformar tres carísimos programas federales: Medicare, Medicaid y la seguridad social. A pesar de los claros cambios demográficos en nuestro país con una población que envejece y que están comprometiendo la seriedad fiscal de nuestro presupuesto, el Congreso simple y llanamente se pone de perfil para evitar tratar el tema. Seguir ignorando este tema desembocará en una crisis presupuestal en los años venideros según indican varios economistas.

No obstante, el presidente Obama ha estado gastando a manos llenas millones de millones de dólares desde que asumió el cargo sin importarle cómo haremos exactamente para pagar todo ese gasto. Para ser exactos, este presidente y este Congreso se han gastado casi un billón de dólares en los últimos diecisiete meses. A pesar de estas costosas medidas, nuestro índice de desempleo continúa inamovible en casi el diez por ciento. Y aún así, hay muchos políticos que permanecen convencidos de que tenemos seguir gastando más y más del dinero de todos los contribuyentes.

Seamos claros: Emigramos a este país porque reconocemos que Estados Unidos es distinto. Nosotros sabemos perfectamente bien las consecuencias de políticas económicas equivocadas, como es el caso de México donde los sindicatos ejercen un impresionante poder que frecuentemente reprime el espíritu emprendedor necesario para crear empleo.

Lamentablemente, parece que Estados Unidos está siguiendo los mismos pasos de nuestros países latinoamericanos, ésos que abandonamos para vivir en Estados Unidos. Igual de desafortunado es el continuo respaldo de nuestra comunidad hispana al presidente Obama y su política económica.

Todos tenemos la responsabilidad de plantearnos cómo queremos vivir, pero esto es especialmente importante para nosotros, los hispanos, como el grupo minoritario más grande del país. En esta importante encrucijada tenemos que aceptar nuestra responsabilidad como ciudadanos de este país e involucrarnos en el diálogo político.

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