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Agapito Maestre

El sistema político-financiero

El cambalache que se está haciendo con las cajas de ahorros sólo obedece a un criterio ideológico-político, a saber, las cajas tienen que seguir siendo los instrumentos financieros de la casta política autonómica.

El funcionamiento de la banca y las cajas de ahorros de España son francamente mejorables. Es de sobra conocido que el sistema financiero español no tiene un gran prestigio en el extranjero; tampoco los empresarios españoles, preocupados por crear riquezas, hablan demasiado bien de su comportamiento en tiempos de crisis. Si a eso añadimos que los grandes especialistas españoles en el sistema financiero mundial desconfían de la banca y las cajas de ahorros españolas, no veo por qué razón los ciudadanos de a pie tenemos que confiar en las cientos de monsergas, casi todas ellas de carácter ideológico, acerca de que nuestros ahorros no corren peligro. Falso. Aquí todo está en vilo. Cualquier día nos levantamos y no podemos hacer un reintegro de nuestras cuentas corrientes.

Resulta difícil liberarse de la jindama sobre nuestros ahorros cuando oímos a nuestros políticos y a sus terminales en las cajas de ahorros. No exagero. En España cualquier cosa es posible. O sea, y contra todos los boqueras que tratan de aplacar nuestros miedos, aquí hay peligro de corralito más o menos parecido al que hubo en Argentina. Digo más, si uno analiza la situación del sistema financiero español a la luz de lo que dicen sus representantes más egregios, entonces diría que estamos al borde de la bancarrota. El triunfalismo ridículo que exhiben las elites de los bancos y de las cajas de ahorro pasará a los anales de la desvergüenza empresarial.

Ejemplo al canto: las declaraciones del director general de la Confederación Española de Cajas de Ahorros, el mismo día que una delegación del FMI llega a España para analizar la situación del sistema financiero español, mueven a la hilaridad. Dice el señor Olavarrieta que el proceso de reestructuración de las cajas ha sido tan impecable y sabio que se estudiará en muchas universidades del mundo. Falso. Nadie sabe a ciencia cierta qué es eso de las fusiones frías. Pero, lo que es peor, el silencio, la falta de explicación pública, sobre ese proceso de reestructuración hace sospechar que no hay nada que explicar. Todo es filfa.

Detrás de ese "proceso de fusiones frías", puesto en cuestión por analistas serios del Banco de España, no se quiere reconocer lo evidente, a saber, que el cambalache que se está haciendo con las cajas de ahorros sólo obedece a un criterio ideológico-político, a saber, las cajas tienen que seguir siendo los instrumentos financieros de la casta política autonómica. Eso es todo. Pues bien, en esas circunstancias, de elites mentirosas y, por supuesto, dependientes de la casta política, la delegación del FMI tendrá que decidir cuál es el tipo de ayuda que necesita España para salir de la crisis. ¿El triunfalismo de las elites de las cajas ayudará a que el FMI otorgue un gran préstamo al Reino de España? Lo dudo. Si España consigue la ayuda del FMI será por cualquier razón, excepto por las declaraciones absurdas e ideológicas de unas elites financieras que obedecen a sus jefecillos políticos.

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