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Pablo Ruiz-Mateos insiste que su padre era quien tomaba "la última decisión"

Los hijos de Jose María Ruiz-Mateos coinciden en que era él el que se encargaba de "todas las negociaciones".

Pablo Ruiz-Mateos, hijo del empresario jerezano José María Ruiz-Mateos, ha afirmado hoy ante la jueza, interrogado sobre una querella por una supuesta estafa en la venta de un hotel en Mallorca, que su padre era la "cabeza visible" en todas las operaciones y quien "tomaba la última decisión".

El director general de Nueva Rumasa ha coincidido así con su hermano Zoilo, quien el pasado miércoles dijo a la jueza que José María Ruiz-Mateos llevó "todas las negociaciones" respecto a la compra y posterior pago del hotel.

Pablo Ruiz-Mateos ha declarado como imputado en referencia a una querella por una supuesta estafa de 14 millones presentada por el hotelero Francisco Miralles, quien vendió en 2006 el hotel Eurocalas (Manacor) a una empresa de Zoilo Pazos, sobrino de José María Ruiz-Mateos, informa Efe.

Esta venta se hizo mediante un contrato en el que el empresario jerezano y sus hijos varones actuaron como avalistas, por lo que la jueza les ha llamado a declarar a todos en los próximos meses.

El director de Nueva Rumasa ha descargado en su padre la responsabilidad en esta operación, aunque acto seguido ha añadido que "en este caso concreto" él también participó en la toma de decisiones.

El hotelero mallorquín, representado por la abogada Isabel Fluxá, acusa a los Ruiz-Mateos de una estafa continuada y asegura que le deben 13.931.087 euros, más los intereses de demora, por el establecimiento turístico, sobre el que además pesa una hipoteca de 19 millones de euros.

La querella criminal relata que en mayo de 2006 la sociedad Calwell, de la que es titular Zoilo Pazos, adquirió con el aval de los Ruiz-Mateos el hotel.

Según Miralles, el compromiso de abonar casi 200.000 euros mensuales hasta completar el pago de los 24 millones de euros en los que se cifró la operación se cumplió hasta el verano de 2010, cuando los titulares de Nueva Rumasa negociaron unas nuevas condiciones de pago que tampoco cumplieron.

La deuda se volvió a negociar en enero de este año y entonces el vendedor admitió una rebaja de las cuotas mensuales y una ampliación del plazo para cobrar lo que se le debía, además de aceptar la inclusión de la empresa Clesa como avalista en lugar de otra del grupo.

Pablo Ruiz-Mateos ha insistido este viernes varias veces a la jueza en que Miralles sabía de boca de su padre que la familia de empresarios no tenía bienes a su nombre, por lo que ha indicado que su garantía de pago "era más una garantía moral que económica".

"Miralles nunca preguntó si tenían o no tenían bienes, pero creo que era consciente de que no teníamos nada. Miralles nos dijo que valía nuestra firma como garantía moral por su prestigio", ha afirmado.

También ha admitido que cuando se puso a Clesa como avalista los Ruiz-Mateos ya sabían que tenía problemas de liquidez -poco más tarde se declaró en quiebra-, pero ha indicado que el patrimonio de la empresa era "muy importante" y que cuando se firmó la renegociación ni siquiera intuían que se iba a presentar un concurso de acreedores.

Respecto a la hipoteca de 19 millones que los Ruiz-Mateos suscribieron sobre el hotel, ha dicho que unos 4,5 millones se invirtieron en el propio establecimiento y se ha comprometido a aportar las facturas.

Además de Pablo Ruiz-Mateos, este viernes también ha declarado otro de los hijos, Alfonso, y a partir del 19 de septiembre hasta el día 30 están citados el propio José María Ruiz-Mateos (que tenía que comparecer esta semana y excusó su ausencia por problemas de salud), varios de sus hijos y el sobrino que adquirió el hotel.

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