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La recesión europea entra por los países periféricos

El temor a una recaída del PIB en la zona euro crece al observar la contracción que presentan ya los países periféricos. Alemania constata su estancamiento.

En las últimas horas ha vuelto surgir nuevas señales de alarma sobre evolución económica en la zona euro, avivando así el temor a una recaída en EEUU y la UE. Así, la entrada de pedidos en la zona euro cayó levemente en agosto por primera vez en dos años, lo que muestra nuevos indicios de contracción, según el indicador de actividad PMI publicado el martes por la consultora Markit.

"Una vez más, la economía de la zona euro se ha expandido tan sólo marginalmente en agosto, sugiriendo que los meses recientes han registrado la expansión más débil de los dos últimos años", según su economista jefe, Chris Williamson.

En concreto, el Flash del Índice Compuesto de la Actividad Total de la Zona Euro de Markit se situó en agosto en 51,1 puntos, con lo que repitió el nivel de julio. El Índice de Actividad Comercial del Sector Servicios fue de 51,5 puntos y el del Sector Manufacturero de 49,7, con lo que ambos indicadores se situaron en su nivel más bajo en 23 meses. Por su parte, el indicador de Producción del Sector Manufacturero de la Zona Euro se situó en 50 puntos, su nivel más bajo en 25 meses. Cabe señalar que un nivel inferior a 50 puntos implica contracción económica.

Dichos datos constantan, según Williamson, la ralentización económica que padece la zona euro, liderada por la "contracción" que sufre ya la "periferia" europea, en referencia a los denominados PIIGS (Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España), tal y como muestra el gráfico.

No en vano, el PIB de la zona euro apenas avanzó un 0,2% en el segundo trimestre respecto al primero (1,7% interanual), pero los países más débiles avanzan en el territorio negativo: España desciende del 0,3% en el primer trimestre al 0,2% en el segundo; Portugal pasa del -0,6% al 0%, aunque retrocede un 0,9% interanual; Italia se mantiene estancada en el 0,3%; mientras que Grecia admite que su contracción será mayor de la prevista inicialmente (de Irlanda no existen datos oficiales disponibles hasta el momento, según Eurostat).

De hecho, el vicepresidente del Gobierno heleno y ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, indicó el lunes en Atenas que "será difícil bajo las condiciones de recesión actuales" alcanzar los objetivos presupuestarios, avanzando así que el déficit previsto será superior a lo exigido por Bruselas. En concreto, estimó que la recesión de Grecia será más profunda, tras cifrarla en "más del 4,5%". Por su parte, España, aunque sigue creciendo según los datos oficiales, es uno de los países desarrollados que presentan un mayor riesgo de recaída.

Alemania se para

A ello se suma, además, los crecientes síntomas de estancamiento de Alemania y Francia, las locomotoras de Europa. Así, para Williamson lo más "alarmante" es la "casi paralización" de Alemania, puesto que sugiere que el principal motor del crecimiento de la región "quizá haya detenido su marcha".

Precisamente este miércoles se ha conocido que el indicador de confianza de los empresarios alemanes registró en agosto un retroceso "significativo", al pasar de los 112,9 puntos del mes anterior a 108,7 enteros, lo que supone su nivel más bajo desde junio de 2010, según la encuesta del Instituto de Investigación Económica alemán (IFO), que advierte de que "la economía alemana no es inmune a las turbulencias globales".

La encuesta del IFO refleja una caída de las expectativas de las empresas sobre la evolución de su actividad durante el próximo semestre, a pesar de que la valoración de la situación actual continúa siendo en general positiva, aunque no tanto como en los meses anteriores. En concreto, el indicador del IFO para valorar la presente coyuntura bajó a 118,1 puntos, frente a los 121,4 enteros del mes anterior, mientras que respecto a las expectativas de futuro el índice retrocedió a 100,1 puntos, frente a los 105 enteros de julio.

De este modo, la pérdida de confianza de los empresarios alemanes se suma al desplome de las expectativas de los inversores, tal y como indicaba este martes el indicador de confianza económica de Alemania elaborado por el instituto de investigaciones económicas ZEW, que registró en agosto un descenso de 22,5 puntos, hasta situarse en los -37,6 enteros, lejos de su media histórica de 25,9 puntos.

Por todo ello, la consultora Markit sostiene que los datos plantean la posibilidad de que el crecimiento de la zona euro en el tercer trimestre sea aún más lento que el "decepcionante" avance del 0,2% registrado en el segundo.

Una tendencia que, además, se vería ratificada por la recaída de la actividad industrial el pasado junio: los pedidos industriales cayeron un 0,7% en junio en la zona del euro y un 0,3% en la Unión Europea UE con respecto a mayo, una tendencia que también se notó en España, donde los encargos disminuyeron un 1,5%, según Eurostat; en nueve países miembros los pedidos industriales subieron y disminuyeron en doce.

Entre los factores que han afectado al crecimiento se encuentran la caída de la demanda global y la creciente preocupación por las perspectivas económicas y la crisis financiera de la zona euro, que, a su vez, han afectado a la confianza empresarial, "causando su desmoronamiento", advierte Williamson. Puesto que algunos indicadores a futuro, como el índice de expectativas de actividad comercial o el de los nuevos pedidos continúan en declive, "es probable que en septiembre los datos del estudio sigan la tendencia a la baja", concluye.

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