La agencia de medición de riesgos Moody's ha situado en Baa1 con perspectiva negativa la calificación de la deuda a largo plazo de Liberbank, la entidad fruto de la fusión entre Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria.
Según informó este martes la agencia en un comunicado, la calificación del banco recién constituido tiene en cuenta la importante cuota de mercado que tiene la entidad en sus mercados principales (Asturias, Extremadura, Cantabria y Castilla La Mancha), unos niveles adecuados de capital, una sólida posición de liquidez y de riesgos.
Moody's subraya además que los datos positivos de Cajastur, su principal accionista, son un factor clave del perfil crediticio de Liberbank, al tiempo que reconoce que el banco tiene un alto grado de concentración al riesgo crediticio por la situación prestataria y del sector financiero. En este sentido, la agencia de medición de riesgos sostiene que las débiles perspectivas económicas de España y las incertidumbres en el sector inmobiliario seguirán desafiando al conjunto del sistema bancario.
Por su parte, agrega que la perspectiva negativa sobre el sistema bancario español, teniendo en cuenta el entorno económico muy débil, los desafíos de calidad y las perspectivas negativas en la rentabilidad, continuarán siendo un reto para las operaciones del banco. El pasado 11 de agosto la agencia Fitch ya otorgó a Liberbank, la categoría BBB+ con perspectiva estable a largo plazo y F2 a corto.
Las tres cajas aprobaron a finales de junio la segregación de su negocio financiero a favor del nuevo banco que iban a constituir juntas (Liberbank), con lo que se cerró la integración de estas entidades a través de un Sistema Institucional de Protección (SIP).
Estos acuerdos, adoptados por las asambleas de las tres cajas, y por la Junta General de Accionistas de Liberbank, ya están inscritos en el Registro Mercantil, después de que previamente lo hicieran en los Registros Mercantiles de Cáceres, Cantabria y Asturias. Liberbank, la entidad fruto de la fusión entre Cajastur (CCM), Caja Extremadura y Caja Cantabria, registró un beneficio neto atribuido de 152 millones de euros en el primer semestre.