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Emilio J. González

Primera prioridad, la prima de riesgo

La situación es peliaguda pero se puede superar si el Gobierno que salga de las urnas este domingo empieza a hacer sus deberes rápidamente. Y lo primero de todo es anunciar un drástico recorte del gasto público.

El nuevo episodio de crisis que ha vivido este lunes la deuda pública española pone una vez más de manifiesto la necesidad de acometer un drástico recorte del gasto público en cuanto se forme el próximo Gobierno, como primer mensaje hacia los mercados de la disposición de este país a cumplir sus compromisos y a hacer lo que tiene que hacer para salir de la grave crisis fiscal en que se encuentra inmerso.

La nueva subida de la prima de riesgo no es casual, ni obedece a movimiento especulativo alguno por parte de los grandes inversores. Por el contrario, se debe a que los mercados ya están descontando que el panorama económico no va ser, ni mucho menos, tan idílico como lo pintó Zapatero en el transcurso del último debate sobre el estado de la Nación. Los últimos informes publicados sobre la economía española hablan de un nuevo periodo de recesión, no de un crecimiento del 1% a final de año como dijo ZP, lo que significa más dificultades para cumplir con los objetivos de déficit presupuestario pactados con la Unión Europea. El de este año ya prácticamente se puede dar por perdido, pero la preocupación fundamental de los mercados no es esa, sino qué va a suceder en 2012, teniendo en cuenta que España va a comenzar el ejercicio en plena recesión y que el nuevo saneamiento del sistema crediticio al que obliga a nuestros bancos la Autoridad Bancaria Europea va a suponer una nueva congelación del crédito que va a hacer sufrir a muchas empresas. Y todo ello sin una reforma laboral real que permita crear empleo lo antes posible. De ahí que esté aumentando de nuevo la prima de riesgo hasta acercar a España un poco más al borde del abismo.

La situación, desde luego, es peliaguda, pero se puede superar si el Gobierno que salga de las urnas este domingo empieza a hacer sus deberes rápidamente. Y lo primero de todo es anunciar, lo antes posible, un drástico recorte del gasto público para cerrar el déficit lo antes posible. De la misma forma que el PP debe poner en marcha inmediatamente la reforma laboral de la que habla, sin olvidarse de llevar a cabo, de una vez por todas, el saneamiento del sistema financiero, con lo que ello implica de ajuste del sector de la vivienda. Todo esto es prioritario para recuperar la confianza de los mercados y reducir la prima de riesgo, que es lo primero que tiene que hacer el próximo Ejecutivo para que el sector privado vuelva a tener acceso a la financiación, y a costes razonables. Esta es la única forma de salir de la crisis, por muy duras que sean las medidas que haya que tomar, porque la alternativa es acabar como Grecia.

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