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La ministra italiana presenta entre lágrimas el plan de ajuste

Mario Monti tuvo que consolar a la ministra Fornero, que no pudo reprimir las lágrimas al presentar el plan de ajuste aprobado para Italia.

Dumont dijo el día 5 de Diciembre de 2011 a las 21:55:

Algún "genio" de la publicidad ha decretado que los políticos llorando delante de las cámaras convencen a algunos incautos.

Rubalcaba y el psoe compraron recientemente el embeleco, con el éxito perfectamente descriptible que recordamos todos, y ahora esta señora ha hecho lo mismo. Consigue que se hable del fingido llanto, si, fingido, y no de las medidas draconianas formuladas.

Al igual que en el caso de Rubalcaba cabe preguntarse por anteriores apariciones públicas sin llanto, entierros y otras calamidades.

Piensan que los ciudadanos son imbéciles. Pero los ciudadanos sabemos que para estar en dónde está esa señora se ha debido seguir una dieta diaria de sapos vivos y llegar a encontrarla saludable, como recordamos que hizo Sir Winston con las palabras, propias, que se veía obligado a tragarse a menudo.

Lo malo es que los políticos a que aludo no podrían descalzar a Winston Spencer Churchill, ni a Cavour ni a Saavedra Fajardo. (Lo siento, buscando en la historia es el primer político español mínimamente potable), así nos va.

Un cocodrilo me resulta más enternecedor que esta dama, y más sincero, naturalmente.

Humanist dijo el día 5 de Diciembre de 2011 a las 21:27:

Al menos, la mujer no es una farsante política, es digno de elogio saber que desde su posición siente el dolor que sus medidas causaran, a PERSONAS, no lo olvidemos.

sinodio dijo el día 5 de Diciembre de 2011 a las 19:31:

hay gente muy ruin en esta pagina.

campoman dijo el día 5 de Diciembre de 2011 a las 18:26:

Como diría Pérez Reverte a un ministerio se viene ya LLORADO! Menuda pedorra! Se olvida de la dignidad de su cargo.

Tomas_Mo dijo el día 5 de Diciembre de 2011 a las 18:20:

Pues yo no sé si Vds. se han molestado en ver el vídeo, porque al menos yo, no he visto ninguna lágrima. Sí que pone cara de estreñimiento y se frota y arruga los ojos a ver si le sale alguna, aunque sea de cucudrulo... pero no, de lágrimas nada.

Lo siento, pero no me parece sincero ni conveniente. Si ella por anunciarlo se pone así, ¿cómo deben estar los pensionistas que sufren los recortes? estarán derrumbados o en tratamiento psicológico...
Lo de las plañideras mientras presentaba las reformas hubiera completado el cuadro de forma magistral.

rawolf dijo el día 5 de Diciembre de 2011 a las 18:16:

Seguro que llora por algún sobrinillo al que ya no podrá colocar en la administración.
Ahora, el pobre, tendrá que ganarse el pan con el sudor de su frente y no con el sudor del de enfrente.
¿Es o no es para echarse a llorar?
Ah,...la famiiiiiiilia.

dorotea dijo el día 5 de Diciembre de 2011 a las 17:52:

Quiere dar pena. Pero en Italia no hay ni un político rescatable.

Herbert dijo el día 5 de Diciembre de 2011 a las 17:35:

deoses: Tienes razón, las medidas que han tomado son para profundizar en la pobreza. En cuanto a los sentimientos de la señora ministra, son irrelevantes. Seguramente son sinceros, pero los problemas no se resuelven con sentimientos y buena voluntad, sino tomando las decisiones adecuadas. Espero que el gobierno entrante del PP no cometa los mismos errores que el de Italia, o saldremos del Euro los primeros.

jesse dijo el día 5 de Diciembre de 2011 a las 17:19:

igualito que RuGALcaga y CIA

deoses dijo el día 5 de Diciembre de 2011 a las 17:06:

Herbert: las decisiones que se toman ahora solo profundizarán la pobreza causada por las de ayer... para la mayoría, claro. Al tiempo.
En cualquier caso, lo que valoro aquí es el sentimiento (que presumo sincero) que expresa esta mujer frente a la frialdad de la mayoría de los políticos, economistas y comentaristas que olvidan que, tras los números, los ratios y las teorías, lo que quedan son las personas. Las personas, que son lo verdaderamente importante. Las personas, que no están para servir a la economía, sino que es la economía la que está para servir a las personas.
Sabe lo que le digo; en su caso, si estuviera en su posición, si fuera ella, no habría llorado en público, habría llorado en privado… antes de anunciar mi dimisión. Pero, gracias a Dios, no soy ella.