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Rajoy y el síndrome de abstinencia

La mayor dificultad a la que se enfrenta el gallego, y con él todos nosotros, serán las voces de todos los dependientes de dinero público que lucharán por una dosis más. Por una última subvención, por un privilegio adicional.

vesontio dijo el día 20 de Diciembre de 2011 a las 12:26:


Le respondo yo: no sera capaz.La prueba: su compañero de Galicia, el señor Nuñez, acaba de anunciar subvenciones para los que deseen cambiar su sistema de calefaccion.¿Y estos se dicen liberales?Es para llorar.

elviejoy dijo el día 20 de Diciembre de 2011 a las 11:43:

Cierto, qué pasará con todos los 'funcionarios' -por poco tiempo, espero, si los jueces no se duermen- de las miles de empresas públicas andaluzas, por ejemplo, creadas principalmente para colocar a los amigos y manejar el dinero sin las limitaciones de la administración pública. O del propio Estado, tantas fundaciones para la igualdad y tonterías afines -en el sentido económico- cuando existen funcionarios de sobra para todas esas tareas.
Todas las duplicidades administrativas, por un lado, sí, pero otro escollo va a ser meter en vereda a los funcionarios, acostumbrados a la diletancia y a aprovisionarse de material de oficina. Aunque ahora sería un buen momento para que la administración abriese por las tardes o hasta las 16 h., al menos, y evitar la pérdida de horas laborales para los trabajadores del Regimen General de la S.S. que tengan que acudir a realizar cualquier gestión. O el momento de eliminar los días de asuntos propios y equipararlos a los no funcionarios.
La clave es realizarlo, a mi entender, todo de golpe y cuanto antes, así, pasar el escollo de las protestas cuanto antes y con unos sindicatos desgastados y que no sabrán si defender sus subvenciones o a los que se supone que se deben. Y porque una huelga general hoy la perderían claramente.