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Urdangarín da marcha atrás y conflicto total en Iberia

La prensa salmón especula sobre las medidas que se aprobarán el viernes; el yerno del Rey, la aerolínea española y De Guindos copan las portadas.

Esta semana, la prensa económica vive en un sinvivir. No son días especialmente llamativos en cuanto a noticias, por lo que toda la atención se centra en el Consejo de Ministros del próximo viernes y en las medidas que el Gobierno pueda aprobar para relanzar la economía española y reducir el déficit. Las apuestas son diversas: unos dicen que habrá que subir impuestos, otros que la reforma laboral va para largo y los más se agarran a las palabras de Luis de Guindos sobre la recesión que se nos viene encima.

Expansión, por ejemplo, se pone serio y destaca en su portada que "España volverá la recesión en 2012". El diario de Unidad Editorial sólo deja una pequeña puerta abierta a la esperanza en su foto de apertura. En ella, se ve a Luis de Guindos rodeado de todo su equipo, que ayer tomó posesión en la sede el Ministerio de Economía. Los García-Legaz, De Guindos, Sánchez-Yebra, Jiménez Latorre y Miguel Temboury le parecen a este periódico "Un equipo económico para tiempos difíciles".

En sus páginas interiores destacan especialmente dos temas curiosos. Por un lado, "Las Cuatro Grandes llevan doce años auditando a las mismas firmas del Ibex". Según su información, Deloitte, PWC, KPMG y Ernst&Young tienen a los mismos clientes en sus departamentos de auditoría por una media superior a los diez años. Claro, esto genera perversos incentivos entre cliente y controlador, por lo que ya hay propuestas de la UE para hacer cambios legislativos en el sector: recortar a un máximo de 12 años los contratos y prohibir a las auditoras prestar otros servicios.

El segundo tema que nos llama la atención tiene que ver con las compañías de telefonía móvil. Según nos cuenta Expansión, "el boom de internet amenaza el millonario negocio de los SMS". Vamos, que como todo el mundo manda whatsapp, ya nadie paga por ese mensajito tan típico hasta hace apenas unos meses: 770 millones de SMS se han perdido en lo que va de año.

En El Economista, es Iñaki Urdangarín el que ocupa la parte principal de su portada. Según este diario, el yerno del Rey intentó dar "marcha atrás" en 2010, cerrando la firma británica De Goes que, supuestamente, fue la que utilizó para desviar capital. La información apunta a que de esta manera, el Duque de Palma habría intentado borrar "el rastro del dinero".

En las páginas del salmón que no es salmón encontramos también el artículo más interesante del día. Es una entrevista a Jim Rogers, uno de los inversores más conocidos del mundo. Con su claridad habitual, el norteamericano hace un preciso análisis de la situación de la economía mundial: "No espero que el euro sobreviva a la próxima década. 2013 será un mal año para EEUU. Muchos países están en quiebra y tendrán que declararla tarde o temprano". No es muy optimista Rogers... y el problema es que es alguien del que uno puede estar seguro de que sabe de lo que habla.

Y si el inversor americano deja pocas opciones al optimismo a corto plazo en un contexto internacional, tampoco es como para tirar cohetes la portada de Cinco Días. El periódico del Grupo Prisa titula a toda página: "Subir impuestos, inevitable". Según sus cálculos, no queda mucho margen para hacer ajustes grandes de gasto (sólo "las inversiones" dejan campo para el ahorro en su opinión), mientras que en el tema recaudatorio sí hay más opciones. Cinco Días asegura que "sólo subir el IRPF sirve para cuadrar cuentas" y cifra en unos 12.000 millones de euros lo que se conseguiría subiendo el Impuesto sobre la Renta en dos puntos. La solución comenzará a conocerse el viernes

La segunda información de este económico también anuncia nubarrones en el horizonte, y nunca mejor dicho, puesto que "un súbito desacuerdo con CCOO y UGT aboca a Iberia al conflicto total". De esta manera, la situación laboral en la aerolínea habría dado un vuelco total en los últimos días. Hasta ahora, el problema parecía circunscrito a los pilotos, pero ahora la nueva marca de bajo coste, Iberia Express, también podría generar tensiones con sindicatos de tierra y azafatas.

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