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El sector de la construcción en EEUU y España: esperanza vs pesimismo

Mientras en la primera economía del mundo los grandes problemas de exceso de oferta se han corregido, en España aún queda bastante recorrido.

La construcción en España sigue sin levantar cabeza. La recaída de la actividad económica de la que advertía el nuevo ministro de Economía y Competitividad se refleja a la perfección en los pésimos datos recientes del sector. Y como un gráfico vale más que mil cifras, nada mejor que mostrar gráficamente el perfil de la serie de distintos indicadores.

El primer gráfico da cuenta del comportamiento maniaco-depresivo del sector inmobiliario: al espectacular incremento en el importe de concesión de hipotecas (a precios corrientes) le siguió un descalabro brutal. Este indicador acaba 2011 en valores cercanos a los de final de la década de los 90, registrando una caída del 80% desde máximos.

Fuente: Juan Carlos Barba

En el siguiente gráfico se muestra la tasa de variación anual de concesión de hipotecas inmobiliarias. Claramente se observa cómo, tras el brusco aterrizaje de 2007, la caída en el número de hipotecas concedidas se suavizó en 2009 para luego desplomarse nuevamente.

Fuente: Juan Carlos Barba

De esta manera se continúa dibujando un perfil que se asemeja a la W, esperando -quizás en un exceso de optimismo- a que en los próximos meses se produzca una ralentización de la caída -téngase en cuenta que solo podremos hablar de repuntes o aumentos en esta cifra cuando se sobrepase la línea horizontal que marca 0-.

En este sentido, el perfil de este indicador es perfectamente consistente con la evolución de la actividad económica, no solo en España sino también en Estados Unidos y Europa, como se avanzó desde Libre Mercado: a una recuperación -más ficticia que real y sólida, debido a los estímulos tanto monetarios como fiscales- le ha seguido una recaída.

Y es que, la importancia del sector inmobiliario en los ciclos de actividad de las economías es indudable. No por casualidad cuando se habla de la coyuntura de China, por ejemplo, casi siempre se menciona su burbuja inmobiliaria. Este sector también está siendo protagonista en los análisis sobre la economía de Canadá, lo fue en Irlanda, e indudablemente lo ha sido en el ciclo de auge y recesión de los Estados Unidos.

En este país, al contrario de lo que sucede en España, el ajuste de precios de la burbuja inmobiliaria ya se corrigió hace dos años. Sin embargo, aunque parecía que los precios habían tocado suelo, los últimos datos de Octubre del índice Case-Shiller indican una nueva bajada.

Pese a ello, se puede hablar de buenas noticias en el sector. Recientemente conocimos que el número de viviendas iniciadas incrementó notablemente en noviembre, registrando el mejor dato del año; también los permisos de construcción -un indicador adelantado de la actividad del sector- escalaron a niveles máximos desde hace más de un año.

De esta manera, parecería que los grandes problemas de exceso de oferta de viviendas ya se han corregido y que el sector ha tocado suelo. Así lo piensa la prestigiosa firma GMO en un informe, donde afirman que si la demanda de vivienda se recuperara a niveles normales, entonces el exceso de oferta todavía existente desaparecería y llegaría a existir escasez en su lugar.

Según esta casa de inversión, los norteamericanos estarían cometiendo un error de exceso de pesimismo, al pensar que la construcción permanecerá estancada próximamente. Al fin y al cabo, el crecimiento poblacional y del número de hogares impulsará al sector a construir más viviendas, tras años de parón.

En cambio, el pesimismo respecto al mercado inmobiliario español sí parece justificado. Si bien el ajuste del sector se ha acelerado en 2011, como avanzamos desde Libre Mercado, lo cierto es que aún queda bastante recorrido: los precios -en términos generales- todavía no han corregido su sobrevaloración y el stock de viviendas sigue siendo enorme. 

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