A partir de ahora espero que los cargos de las empresas públicas se lo piensen muy bien antes de enchufar a toda la familia. Esta reducción de sueldo es un primer paso positivo, pero esto no puede acabar aquí hasta acabar con el Estado del pelotazo, de la ineptitud y la ineficacia de las empresas públicas. Habrá que despedir a casi un 90% de esas empresas porque nos están sangrando a impuestos al resto y endeudando al Estado para mantener su vida loca por todo lo alto.
Os quedáis cortos..
¿Y qué ocurre con las empresas autonómicas, provinciales y locales? En virtud del sagrado principio de la "autonomía" el Gobierno no puede regular nada y todo queda al albur de ellas.