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EDITORIAL

(Bankia y la desmemoria del PSOE)

Como bien le ha recordado el presidente del Gobierno a Iglesias, el único dinero público que, hasta ahora, se ha transferido a la banca es el que le ha transferido el gobierno del PSOE.

El espectáculo de desmemoria y demagogia que están protagonizando los socialistas a raíz de la salida de Rodrigo Rato de Bankia y ante la posibilidad de que el Gobierno inyecte hasta 10.000 millones de euros en esta entidad financiera parece no tener límites. Este martes, el portavoz socialista en el Senado, Marcelino Iglesias, al igual que hiciera un día antes Alfredo Pérez Rubalcaba, ha reprochado a Rajoy que destine dinero público a un banco en una cuantía similar al que ha recortado en Sanidad o en Educación. Eso, por no hablar del sin par secretario general de Partido Socialista de Madrid, Tomás Gómez, que ha hablado de no meter dinero público en el banco al mismo tiempo que ha reclamado su nacionalización.

Para empezar, y como bien le ha recordado el presidente del Gobierno a Iglesias, el único dinero público que, hasta ahora, se ha transferido a la banca es el que le ha transferido el gobierno del PSOE. Fue bajo la presidencia de Zapatero –y la vicepresidencia de Rubalcaba- cuando se aprobaron los planes de saneamiento iniciados en junio de 2009 con la creación del primer Fondo de Reestructuración Ordenada de la Banca (Frob), poco después de que el presidente socialista tuviera la desfachatez de alardear por tener "el sistema financiero más sólido del mundo". Ha sido bajo gobierno socialista cuando se ha transferido más de 20.000 millones de euros a la banca, por no recordar el aval de 9.000 millones de euros con los que se taparon la más que ruinosa gestión de una entidad como la Caja de Castilla-La Mancha.

El difícil proceso de integración en una única entidad de siete cajas de ahorros distintas que ha desembocado en Bankia no habrá estado exento de errores, pero no hay que olvidar tampoco que se hizo bajo la coordinación y supervisión de un presidente del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordoñez, nombrado por el Partido Socialista. Bajo Gobierno socialista ya se inyectó en esta entidad unos 4.500 millones de euros para ayudar a digerir los activos más problemáticos y reforzar la entidad resultante.

Sin embargo, y según fuentes internas de la entidad, parte de los activos de Bancaja –una de las Cajas que se fusionaron–, se valoraron de forma incorrecta, atenuando la realidad de su balance. De hecho, cerca del 80% de los morosos de Bankia proceden de Bancaja. En este mismo sentido, la mayoría de las provisiones que tuvo que dotar Bankia en 2011 para cubrir sus activos problemáticos derivan, igualmente, de la caja valenciana. Según las cuentas que se enviaron a la CNMV sin auditar, la mora del grupo con el sector promotor era del 28% en 2011, sobre un total de créditos de 37.517 millones.

Con todo, no hay que exagerar ni causar alarma en torno a la situación en la que está ahora Bankia. Ni el banco está intervenido ni sus clientes o depositantes tienen nada que temer. En este sentido, la única declaración responsable y plausible desde el PSOE ha sido la de Rubalcaba tranquilizando a cuantos tienen sus ahorros depositados en dicho banco. Y es que el respaldo del Gobierno no va más que a acelerar un proceso de saneamiento que la entidad, como el conjunto del sistema financiero, ya tiene encauzado. La salida de Rato deja, además, al frente de la entidad a una persona de reconocido prestigio profesional, como es José Ignacio Gorigolzarri, que tiene una clara y valiente visión de cuál debe ser la reforma financiera.

Con todo, habrá que esperar a ver cómo se materializa el respaldo del gobierno a esta u otras entidades financieras. Las ayudas con dinero público pueden suscitar, con todo fundamento, muchas críticas y recelos. Lo mismo se puede decir de la continuidad de Miguel Ángel Fernández Ordóñez al frente del Banco de España. Pero, desde luego, quien no está legitimado para llevar a cabo esa fiscalización y formular esas criticas son los socialistas que nombraron a MAFO para el puesto y quienes han concedido ayudas a los bancos en mucha mayor cuantía y con bastante menos transparencia.

En Libre Mercado

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