Tiene bemoles que haya que recordar estas cosas: el sistema de función publica se establece en tiempos de Isabel II para que los políticos que acceden al poder no cambien en virtud de criterios partidistas a los empleados públicos. Se trataba de los "cesantes". De ahí las plazas "en propiedad". Porque, a diferencia de los empresarios, las autoridades políticas carecen de otro criterio para contratar o despedir, que lo que les sirva para ganar las siguientes elecciones. Imagínense lo que hubiera sido la Junta de Andalucía haciendo ERES en la función pública, ¿cuantos funcionarios de derechas habría en la administración autonómica, cuantos funcionarios no nacionalistas en las diputaciones vascas? Con los rectorados de extrema izquierda de los que disfrutamos en España, imagínenselos haciendo regulaciones de empleo, ¿cuantos liberales iban a quedar en la Universidad? Bastante poder tienen los políticos para darles ahora más, ¿qué queremos todo el poder para los soviets? La función pública y su relativa inamovibilidad es una de las últimas garantías de libertad que queda en España.
Y que hay que hacer con los economistas y expertos de todo pelaje y condición que negaban la burbuja inmobiliaria, la crisis y defendían las barbaridades del sistema financiero.El ladrillo no va a bajar.
O no tienen ni idea de economía, ni han estudiado las crisis anteriores (es decir son unos inútiles) o estaban defendiendo una situación porque tenían intereses ocultos.
Nos van a dar lecciones a estas alturas los listillos de turno.
Por qué no nos explica la sinvergonzonería e impunidad del sistema financiero actual.Quién la hace no la paga.
No me interesan los discursos de autodefensa. No soy funcionario. Los candidatio al funcionariado deben pasar un examen de aptitudes tras el cual entran con unos privilegios incomprensibles. En la empresa privada también hay periodos de prueba e incluso según el puesto, un examen de aptitud. Pero el puesto de trabajo no es algo con lo que te puedas casar. Y los funcionarios españoles tienen ese concepto de funcionario=trabajo para toda la vida , que no se entiende en ninguna parte del globo terraqueo. Detrás de ese privilegio se esconde el enchufismo y el nepostismo q parece q es lo único de lo q se preocupan en mantener los legisladores. De ahí parte la razón d la reglamentación. Si son trabajadores, deben de poder ser despedidos como cualquier otro siempre q haya razones objetivas para ello. Igual q en la empresa privada.
Con esto le damos la razon sobre todo a los sociatas de mierda que hace 14 años se dieron cuenta que no controlaban a los funcionarios de carrera y decidieron crear los "empleado publicos a dedo", para hacer la tropelias que han hecho sobre todo en Andalucía donde han creado la admistración de "cotratados" que muchos defien en este foro. Claro como no podian robar a su anchas con fucionarios de carrera que no les dejaban, no podian pasarse la ley por el forro de los cojones, como hizo Chaves y hace Griñan y la banda de mangantes, pues se crea este empleado publcio contratado servil, familia, carnet de partido. Claro esto es para robar mas y mejor. cudiado cuando se cran esta polemica podemos estar haciendole un favor a los ladrones sociatas limpiandole la era, porque para esto los de pp son una panda de capullo acomplejados.
Mire...no está bien el blindaje en los puestos de trabajo..empezando por el de Rey. A ver ¿qué ha hecho esa familia por España para tener ese privilegio?
Y seguimos para abajo.Presidente, Ministros, Diputados....y despues Consejos de Administración y demas. Mientras curren , que cobren. Si se van, adios. Nada de indemnizacions ni jubilaciones de oro.
Y el que quierra meter mano a los funcionarios que sepa que ya esta legislado. Planes de Empleo, reasignación de efectivos....con poner "por necesidades del servicio" se les puede enviar al consulado de España en Burkina Fasso y a correr. Luego que recurran a la Justicia, como aquel desgraciado que se le ocurrió pedir vez para el yate Azor, porque era "Patrimonio del Estado"...
Si es que vaya privilegios...
Pues nada..otra ley más total...si lo que hacen falta son leyes...no gente que las aplique.
Y respecto a lo que dice Bruenor sobre las novelas de Galdós ( y más concretamente, me refiero a "Miau"), me gustaría hacer un apunte. Es cierto que cuando los funcionarios se encontraban en la situación de retiro con pensión (que debía ser un equivalente a la excedencia) sí podían cobrar sueldo, pero en una ley de Presupuestos que se dictó durante la época de Cánovas se establecía que ningún cesante podría percibir sueldo en esa situación. De hecho, en "Miau" el protagonista no recibe retribución de ningún tipo, y la prueba la tienes en que en la novela se describe a una familia ahogada por las deudas, y que, según relata Galdós, no tienen intención de pagarlas hasta que no vuelvan a colocar al protagonista. Además, éste hace todo lo posible por volver a su puesto de trabajo en la Administración y para ello escribe cartas y va a visitar a todas las personas con influencia en el Ministerio, otra cosa es que no buscara trabajo en otro sitio que no fuese la Administración.
Por cierto, no existe la variante de excedencia forzosa. Las excendencias sólo pueden ser voluntarias (por interés particular (ésta sí puede ser decretada de oficio en supuestos tasados), por agrupación familiar, por cuidado de familiares y por violencia de género,art. 89.1 EBEP)
En la SS el absentismo ronda 20% es decir que despidiendo estos 20% no cambiara nada! (en la empresa privada el absentismo no supera 1%?)
El la educacion parece que son unos 15% (en las escualas) y ¿cuantos en las universidades? ya no hablo.
http://etrusk.blogspot.com.es/2010/01/igualdad-de-...
(continuación)
3. Se pretende que perdamos nuestros "privilegios" frente a los trabajadores de la empresa privada. Es recurrente este tema cuando las dificultades económicas golpean sobre el empleo. Independientemente del sistema de acceso a la función pública (no encuentro medio más justo que la libre concurrencia al sistema de oposición), es absurdo pretender cambiar las condiciones a posteriori. Cuando uno accede a un empleo tiene fijadas en su contrato las condiciones. Para los funcionarios estas incluyen que el salario venga fijado por la Ley de Presupuesto General del Estado, el concurso de traslados como forma de mejorar en el puesto de trabajo (¿Cuántos parados no tienen trabajo porque rechazan trabajar más de 10 años a 500 km de su lugar de residencia, como ocurre frecuentemente en la función pública?) o el carácter permanente del "contrato". En cualquier caso, aceptaría gustoso que se me "echase a la calle" con condiciones tan jugosas como los consejeros de las Cajas de Ahorro y de los Consejos de Administración de las empresas a las que sus altos dirigentes han llevado a la ruina.
4. Es absolutamente injustificado el pretender que la oposición que aprobamos en su día no nos cualifica para el trabajo que desempeñamos porque "ya se nos ha olvidado todo". Se ve que la experiencia de los funcionarios, al contrario de como ocurre en general, hace perder cualificación profesional con el transcurso del tiempo. Por cierto, quienes esto nos achacan deberían ser un poco más autocríticos y no ver la paja en el ojo ajeno cuando tienen una enorme viga en el suyo (por favor, revisen las bochornosas patadas gramaticales y ortográficas con las que redactan sus furiosas diatribas).
Cada vez que en LD aparece un artículo sobre los funcionarios, una serie de agresivos "liberales" arremeten con furia en favor del despido de todos, sin aportar razones para ello. No quiero entrar, como funcionario que soy, en el debate sobre nuestra capacidad o esfuerzo, pues es imposible evaluar a un colectivo tan amplio a partir de unos tópicos manidos. Prefiero hacer una reflexión sobre la supuesta culpa de los funcionarios en la crisis económica y su despido como solución:
1. Se llenan la boca los "emprendedores" del sector privado quejándose de que tienen que pagar nuestros sueldos con sus impuestos. Obvian que también nosotros pagamos impuestos y generalmente más que ellos: nosotros no podemos defraudar ocultando ingresos, pues quien nos retiene es quien nos paga. Tampoco podemos manipular facturas para quedarnos con el IVA, ni desgravar automóviles, teléfonos y otra serie de artículos personales asignándolos a la empresa. Los servicios públicos que prestamos, se pagan, pues, con nuestros impuestos como con los del resto de trabajadores del sector privado.
2. Los gurús del "liberalismo iletrado" defienden nuestro despido basándose en nuestra baja productividad. Es este un mal generalizado de nuestra economía, como señalan prácticamente todos los expertos. Desde el comienzo de la crisis, el sector público ha hecho varios ajustes en este sentido: reducción generalizada de salarios con una media de un 7% y aumento de la jornada laboral en aproximadamente otro 7%. Así, pues, la productividad de los funcionarios ha aumentado un 14% sin que ello haya supuesto una salida de la crisis. ¿No será entonces el sector privado el responsable de la baja productividad?
Vamos por partes:
cjtv - Vamos a ver alma de cántaro, un empresario y un trabajador privado crea riqueza, así que los impuestos a estas personas evitan el que se cree más riqueza y actividad. Un funcionario no crea riqueza, no genera actividad, es más, la obstruye, y los impuestos a los funcionarios van sobre gasto público, es decir, sobre algo improductivo, ya cobrado con impuestos. Y en cuanto al desbarre de que los funcionarios son los únicos que no defraudan, vuelve a mostrarnos el motivo por el que es necesario acabar con el estamento funcionarial, ya que no saben de qué va el mundo real, no por mala voluntad, sino porque sencillamente no lo han conocido. Y es perjudicial al máximo que personas sin experiencia laboral y sin conocer nada aparte de cuatro libros, sean los que manejen la administración.
En cuanto a la baja productividad, es un hecho, confirmado por todas las estadísticas. Si se divide la masa salarial de los funcionarios entre sus horas de trabajo efectivas (y cuando digo efectivas, me refiero a eso, es decir descontadas las vacaciones superiores, los moscosos, la altísima tasa de absentismo laboral, y la mejor jornada laboral real) y se divide entre el trabajo realizado, nos encontramos con qué cualquier subcontratación resulta más rentable. Por eso empezaron también las empresas públicas, porque con menos dinero se hacía más trabajo.
Una muestra más del desconocimiento del mundo real nos la proporciona al afirmar que cuando uno tiene un contrato de trabajo tiene fijada las condiciones. ¿En qué mundo vive? Las bajadas de salario, los aumentos de jornadas y las flexibilizaciones de todo tipo vienen siendo una constante en prácticamente todas las empresas desde hace más de un lustro.
Y su cinismo queda demostrado cuando pide la indemnización de un consejero de determinadas empresas ¿sabe que el 99% de los españoles tiene un despido fijado por el ET que no llega ni por asomo a esas cantidades?
Finalmente cae en contradicción al decir que no importa que se olvide las oposiciones cuando en el trabajo la práctica hace que se recuerden esos temas. Entonces ¿para qué son necesarias las oposiciones si con la práctica se aprenden las cosas? Al final reconoce lo que sabíamos muchos, que las oposiciones no sirven para nada, que es una forma de selección de personal decimonónica, y que por algo, ninguna empresa del mundo las emplea para seleccionar personal, y prácticamente tampoco lo hace ninguna administración.