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Emilio J. González

Sacar toda la verdad a la luz

Si las sorpresas se terminan y los mercados así lo perciben, la prima de riesgo tendrá que empezar a bajar. Mientras tanto, lo que reflejan son las dudas acerca de que haya aflorado toda la verdad sobre la economía española.

¿Cómo se puede explicar que si el Gobierno está empezando a hacer los deberes, tanto en materia fiscal como en el terreno de las reformas estructurales, la prima de riesgo siga batiendo récords históricos desde que el euro entró en vigor? Muy sencillo, porque los mercados continúan instalados en la desconfianza en relación con la economía española. Las dudas no se refieren tanto a la política económica que está desplegando el Gobierno como al verdadero estado de la economía española, en especial, de las cuentas públicas y del sistema financiero. Y, en cierto modo, los mercados tienen razón.

Nada más tomar el poder, al Gobierno de Rajoy le falto tiempo para anunciar que el déficit público de 2011 estaba lejos de los objetivos comprometidos con la Unión Europea y que se había situado en el 8,5%. Ahora resulta que la cifra es mayor, del 8,9%, porque las autonomías habían calculado los datos correspondientes al cuarto trimestre del pasado ejercicio sobre la previsión de ingresos, y no sobre la recaudación efectiva, que fue menor como consecuencia de que España entró nuevamente en recesión. El problema, además, es que las autonomías empezaron a revelar ese desfase en mayo, no en enero o febrero, como hubiera sido lo lógico. Por ello, los mercados sospechan que la situación de los presupuestos regionales puede ser aún peor de lo dicho y que haya comunidades que aún no hayan destapado su verdadera situación al completo. Lo mismo ocurre con la situación de insolvencia de Cataluña, que se acaba de conocer. Parece como si las malas noticias en materia presupuestaria se fueran dando con cuentagotas, para no alarmar a nadie soltando de golpe las verdaderas cifras, y eso es lo que temen los mercados. Porque si las autonomías han tenido un déficit superior al previsto, como consecuencia de la caída en la recaudación en el cuarto trimestre, es lógico pensar que con los ayuntamientos puede suceder lo mismo. De hecho, y teniendo en cuenta todo esto, hay quien estima que el déficit público del año pasado fue igual o superior al 9,5% del PIB.

Por si no bastara con ello para generar dudas en los mercados, ahora ha saltado de repente el problema de Bankia, con un agujero muy superior al que se había dicho en un principio. Y, claro, los mercados piensan que si las cosas están así con Bankia, también pueden estarlo con otras muchas cajas de ahorros españolas. Todo ello alimenta tanto sus dudas como la prima de riesgo.

¿Qué es lo que debe hacer el Gobierno? Pues muy sencillo. No se trata de política económica, porque los pasos que están dando son, en general, correctos. Se trata, más bien, de que desvele, de una vez por todas, el verdadero estado tanto de las finanzas públicas en todos los niveles de la Administración como del sistema financiero español. Si las sorpresas se terminan y los mercados así lo perciben, la prima de riesgo tendrá que empezar a bajar. Mientras tanto, lo que reflejan son las dudas acerca de que haya aflorado toda la verdad sobre la economía española. Por ello, el Gobierno debe despejarlas cuanto antes sacando a la luz todo cuanto aún esté pendiente de salir.

En Libre Mercado

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