Bruselas ha publicado este miércoles lo que podríamos considerar casi como una enmienda a la totalidad de la política económica del Gobierno. Las recomendaciones que la Comisión Europea hace a los países miembros se esperaban con especial expectación en esta ocasión. Desde que Mariano Rajoy llegó a La Moncloa, ha aprobado una serie de reformas destinadas a cambiar el rumbo de la economía española.
Pues bien, el dictamen del Ejecutivo europeo es que España está en el buen camino pero que se ha quedado muy corta en su empeño. De hecho, en el documento abundan las recomendaciones para acelerar o intensificar las reformas: subir el IVA, reducir las cotizaciones sociales, adelantar la reforma de las pensiones o flexibilizar aún más el mercado laboral. Hasta aquí llega el palo, la zanahoria de la Comisión está en que se insinúa que si España hiciera estas reformas en toda su extensión se le podría dar un año más para que se alcance el objetivo de déficit del 3%.
En la tabla que aparece al final del informe, la Comisión divide en seis los aspectos de política económica en los que España todavía tiene tareas por delante.
1. Déficit: la parte más importante del informe es la dedicada a la consolidación fiscal. De hecho, podría decirse que todo el documento gira en torno a este objetivo. La Comisión mantiene su criterio de que el déficit debe ser el 3% en 2013, aunque abre la puerta a retrasar esta obligación un año si se hacen el resto de las reformas. Sería algo así como: Si haces los deberes, abro ligeramente la mano en lo que hace referencia a tus cuentas públicas.
En esta cuestión, las principales recomendaciones de Bruselas son:
2. Impuestos: quizás la parte más llamativa del informe de la Comisión sea aquella en la que habla sobre las reformas fiscales aprobadas en los últimos años en España. En lo que puede considerarse como una crítica directa al Ejecutivo de Mariano Rajoy, asegura que "los incrementos impositivos en las rentas del trabajo y del capital son considerados particularmente dañinos para el crecimiento. Otros incrementos de impuestos, como en el caso de la tributación indirecta, han sido explícitamente excluidas del Gobierno". En este sentido, la Comisión propone:
3. Pensiones: en la cuestión de la reforma de las pensiones, la Comisión acepta que España ya aprobó un cambio legislativo que marcha en la buena dirección. Sin embargo, luego apunta a que "el empeoramiento de las perspectivas económicas está limitando el impacto" de todas estas medidas. En este sentido, asegura que el riesgo a largo plazo de las finanzas públicas españolas está un nivel "medio".
4. Reforma financiera: la Comisión admite que España ha hecho "considerables progresos en la reestructuración de su sector financiero" y habla de una política ambiciosa. Aún así, también apunta a nuevos pasos a dar:
5. Reforma laboral: ésta podría ser la cuestión que más haya sorprendido al Gobierno. La celebrada reforma laboral de Fátima Báñez le parece muy poco ambiciosa a los analistas de la Comisión. Admite que es "un paso en la dirección correcta", pero advierte que sólo "parcialmente". Por eso, asegura que "no está claro que esta reforma sea lo suficientemente ambiciosa para cumplir con el objetivo de reducción del paro".
6. Liberalización económica: por último, Bruselas señala al Gobierno que se ha hecho muy poco en el camino de la liberalización de la economía española, especialmente en lo que hace referencia a los servicios y a los sectores regulados.