Se me pierde leches, que no se trata de gastar mucho sino de ser productivo.
Estimado Garcia Domínguez, aventura Ud la irreflexión.:
".....El sufrimiento gratuito, arbitrario, rastrero que el BCE está administrando a los españoles......"
Si Ud fuese un funcionario publico y principalmente socialdemócrata o socialista diría que su afirmación es otra de las barbaridades que pretenden hacernos creer quienes viven de nuestros impuestos.
Lo que me sorprende es que esta frase surge de quien es un inteligente profesor universitario. Que tampoco enseña economía, pues podría pensar en este caso que es un malintencionado docente con pretensiones a algún cargo publico en estos gobiernos que apelan a una demagogica y populista exacerbación de una supuesta humillacion nacionalista por parte de unos pretendidos "satanicos" Sra Merkel y BCU que ya han prestadoa España 303.000 millones de Euros (que no se devolveran) y ahora increiblemente daran al hijo progigo 100.000 millones mas.
¡Fíjate! Nuestro Pepe ha vuelto a ese estado adánico en el que todo es fruto de la generosidad del Paraíso. No hay que trabajar... no hay que ahorrar... no hay que sufrir... Todo cuanto necesitas es fruto natural del Edén y tú solo tienes que adorar a Keynes.
¡Pero, claro! Llegó Eva Merkel con la manzana de la Austeridad... y todo se chafó. ¡Mala, mala, Merkel, mala!
¡Pues nada, Pepe! Mira una cosa: yo llego con grandes dificultades a fin de mes, así que no te importará darme un poquito de ese dinero que a ti te sobra, para que no tenga que pasar el mal trago -¿Ricino, decías?- de la austeridad. ¡Anda! Piensa en el multiplicador de mi gasto y predica (¡uy, no, que es un término religioso) con el ejemplo...
¡Pero qué dice! ¿Que no hay precedente que acredite la eficacia de la austeridad? ¿De dónde proceden entonces, señor mío, los recursos ajenos que exige tan arrogante? Alguien habrá tenido que ahorrarlos, digo yo. Alguien habrá tenido que moderar sus apetitos para hacer acopio de medios y reservas, porque los bienes y servicios no surgen de la nada con un chasquido de dedos, por más que falsificar billetes fomente esa ilusión. Sin ir más lejos, el trabajo no es otra cosa que austeridad en el uso y disfrute de tiempo y energías que podríamos dedicar a actividades más placenteras; si no, lo haríamos gratis.
Usted no sabe lo que dice y parece haber perdido el control de sus “esfínteres” mentales, perdone, porque el disparate es mayúsculo. Es imposible tener un problema de mero gasto insuficiente. Lo que hay es un problema de producción; sencillamente, no sacamos para tanto como destacamos; luego no se obceque en gastos abstractos que arbitrariamente confunde con buenas inversiones y céntrese en cómo mejorar la productividad. Ahora le pregunto, ¿arrebatar recursos privados para alimentar los proyectos ciegos e ineficientes, cuando no puro despilfarro, de políticos y burócratas es una manera sensata de optimizar las tasas de producción además de un robo? Sólo el libre mercado sabe cómo producir más, mejor y barato; y lo mejor de todo: no precisa del menor estímulo, basta con eliminar las ingerencias * e impedimentos con que lo asfixia la política.
Resumiendo: más austeridad pública y menos coacción. Y la reducción del gasto público no pasa necesariamente por bajar el sueldo de funcionarios (¿por qué no subirlo?) sino por privatizar los servicios y que el libre mercado asigne salarios.
* Lo escribo con “g” para reivindicar, contra el criterio académico, el origen etimológico de la palabra en el verbo latino “gérere” y no “sérere”. Está claro que el significado propio alude a una intervención sobrevenida en la gestión, no a un injerto.
Mi querido Pepe, cuando escribe sobre cuestiones económicas no para vd. de meter la pata; eso si, hay que reconocerle que lo hace con una mezcla de petulancia, solemnidad e histrionismo inigualables; ¿Ha oido vd. hablar de la recesión de los años 1920-1921 en los USA ? Le cuento; como consecuencia de las anteriores políticas expansivas e inflacionarias de la administración Wilson, los USA cayeron en recesión, la producción industrial en la mitad del año 1920 cayó un 21%, la tasa de paro pasó del 5% en 1920 al 12% en 1921; en este año la nueva administración del Republicano presidente Warren Harding (el mejor que tuvo EEUU), fiel a lo que había preconizado en la campaña electoral, aplicó una política de no inflación monetaria para purgar los malos créditos, recorte drástico de gastos federales (50% en menos de 2 años), bajada de impuestos para todas las rentas , reducción de la deuda pública y dejó que los precios relativos, incluidos los salarios, se ajustasen libremente, lo que vd. llamaría una deflación de precios; el PIB real pasó de 127.000 MM en 1921, a 148 en 1922 y 165 en 1923; la tasa de paro en 1923 cayó hasta el 2,4% en 1923; es decir, lo contrario de lo que le hubiera recomendado un economista de la escuela de chicago (si, si de chicago) o un Keynesiano como vd.; el gran error de Harding fue no haberse cargado la FED ;luego le sucedió el inútil e intervencionista Hoover, que empeoró la recesión del 29 provocada por la FED; ningún presidente americano posterior a Harding tuvo la preparación, clarividencia y el coraje de Harding, al que naturalmente la mayoría de historiadores han preterido porque no tienen ni puñetera idea de economia.
¡Ah, la austeridad! Ese mantra que todos repiten y que ningún político ni cargo público español ha practicado en su puñetera vida.
No, hombre, si razón tiene. Si siguiéramos (mal)gastando decenas, o cientos de miles de millones de euros la gente tendría dinero, y probablemente empleo, bajando la tasa enormemente.
Aunque también si tuviéramos ese dinero para (mal)gastar, igual tampoco necesitábamos trabajar, que en general -si tienes la increíble suerte de trabajar en lo que te gusta, es más una afición pagada-, la verdad sea dicha, es un coñazo (madrugar, aguantar a los jefes y clientes, vivir donde no apetece, comer -casi basura- fuera, perder la mayor -y mejor- parte de tu vida -descuenta dormir, desplazamientos...- en eso...). Yo me apunto a eso de vivir del cuento, en vez de j*derme para pagar ese cuento.
El caso es quién va a pagar todo esto... Bueno, en realidad no, de una forma u otra, los paganinis somos siempre los mismos. Ya sea en impuestos, inflación, tasas, recortes, o una mezcolanza de todos esos ingredientes.
Pero vamos, si conoce alguna manera de adelgazar una obesidad mórbida sin perder peso, me la diga. Si sabe de alguna manera de reducir el gasto sin que en algún lado se note esa reducción (ya sea en puestos de trabajo, salarios, ahorro, inversiones, o latrocinios varios), me la diga. Evidentemente, por mi parte prefiero empezar por los latrocinios, estafas -como aeropuertos sin pasajeros o cargos "digitales", para que se haga una idea-, inversiones poco rentables, etc.
Por otro lado, si bien es cierto que Europa (Alemania, el BCE...) debería actuar unida para evitar magnificar problemas -si los hubiera actuando con sensatez y rigor en la gestión, cosa que no sabemos porque no lo hay ni de lejos- el caso es que esta misma Europa es una gran casa de p*tas yonquis, con el mono y descontroladas (como era de esperar, visto el ejemplo que ya teníamos con España y sus taifas). Así que entiendo que no quieran soltar la pasta tan alegremente. De hecho, si no fuera porque las "condicionalidades" que nos imponen/impondrían lo que harían será/sería, cómo no, machacar a los paganinis de siempre, me encantaría que nos intervinieran. Quién no -salvo, evidentemente, los parásitos, tanto "populares" como "socialistas", que sufrimos- estaría de acuerdo con reducir los cargos políticos/altos cargos públicos, subvenciones y sindicatos "políticos", redundancias de competencias, derroches absurdos, tvs "públicas", normas y regulaciones absurdas...
La reflexion de don José, puede resumirse en lo sigiente, los estados deben endeudarse desorbitadamente, aunque sea para mantener a legiones de chupatintas y enchufados que cobran unos sueldazos , para fabricar aeropuertos demenciales o para conectar con unn tren de alta velocidad localidades de menos de 1000 habitantes. Al fin y al cabo lo de menos es lo absurdo de las inversiones públicas, lo que importa es que haya "crecimiento", eso repiten todos los cabezas huecas de la izquierda "hay que generar crecimiento y para ello hay que endeudarse.
El problema es que la forma de financiar esas inversiones que preconizan los crecimientistas es captar dinero de los AHORROS de un montón de personas que reservan parte de lo que ganan para sus fondos de pensiones. Como bien dice Berdonio para que haya inversión debe haber ahorro, aunque quizá podriamos saltarnos esa enojosa servidumbre fabricando billetes como para jugar al monopoly.