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Emilio Campmany

Verde subvención

PP y PSOE se pelean como verduleras en el Congreso de los Diputados, pero luego resulta que nos los encontramos a todos en los consejos de administración de las grandes empresas que viven del dinero público.

Parece que al PP le gusta el azul turquesa y al PSOE el rojo bermellón. Mentira. Lo que les chifla a los dos es el verde subvención. Se pelean como verduleras en el Congreso de los Diputados, pero luego resulta que nos los encontramos a todos en los consejos de administración de las grandes empresas que viven del dinero público. Y sólo nos enteramos cuando se produce algún conflicto en el que naturalmente no se trata de que uno quiera suprimir la subvención y otro mantenerla, sino de qué amigo de quién va a salir más beneficiado. Naturalmente, la bronca, cuando la hay, es entre miembros del mismo partido.

Y esto es lo que está pasando estos días. Mientras suben el IRPF y el IVA y otros impuestos, cuando le quitan la paga de Navidad a los funcionarios y reducen la ayuda a la dependencia, porque como muy bien dice Montoro "no hay dinero, señoría", se pelean en la plaza pública por ver qué empresas, de las dedicadas a las renovables, van a seguir forrándose y cuáles se van a forrar un poco menos. Y cómo con nuestros impuestos, a pesar de lo brutales que son, ya no pueden subvencionarlas, se les ocurre gravar la electricidad barata, la nuclear y la hidráulica, para que nos salga tan cara como la verde subvencionada. O sea, que las empresas dedicadas a las renovables seguirán recibiendo las subvenciones, lo que pasa es que unas más que otras, y el dinero ya no saldrá de nuestros impuestos sino de los que tengan que pagar las empresas que producen energía barata y que repercutirán en los consumidores. Total, que seguiremos siendo nosotros quienes paguemos las subvenciones a las renovables. Lo que pasa es que antes lo hacíamos con nuestros impuestos y ahora lo haremos además de nuestros impuestos. Una delicia.

Pero lo mejor es cuando se leen los nombres de los consejeros de las protegidas de Montoro, Abengoa y sus filiales. Poco antes de que ganara el PP las elecciones, echaron a Carlos Sebastián, hermano de Miguel, ministro de Industria y responsable de las ayudas a las renovables, y ficharon a Ricardo Martínez Rico, que fue secretario de Estado de Hacienda en la época de Aznar y que tenía un chiringuito con Montoro, quien, una vez elevado al Ministerio de Hacienda, puso de jefe de su gabinete al hermano de ese Martínez Rico de Abengoa. Luego, salen los nombres de los socialistas José Borrell, Rafael Escuredo, Luis Solana y Cándido Vázquez-Gaztelu, y de los populares aparecen, además de Martínez Rico, Javier Rúperez y Ramón de Miguel. Para completar el cuadro, un primo del rey, Carlos de Borbón Dos Sicilias y un ex secretario general de la Casa Real, Alberto Aza y su hijo, Alberto Aza Custodio. Todos ellos, como saben, expertos en energías renovables (y en las subvenciones de las que disfrutan). Nucleares no, gracias; preferimos darles nuestro dinero a estos señores.

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