Como es habitual, cualquier debate sobre el impresionante papel que el sector privado ha desempeñado en años recientes en el fomento de un desarrollo sostenible y con costos más efectivos, se queda siempre fuera de las discusiones de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, como se ha visto después de la reciente publicación de su informe de 2012.
Hasta ahora, la inclusión financiera abarca sobre todo el microcrédito (pequeños préstamos a personas pobres para que abran empresas), que empezó hace poco más de una década y el dinero móvil, que es principalmente una herramienta para transferir dinero mediante el teléfono móvil entre particulares. Aunque estas medidas son un buen comienzo, aún distan de ser exhaustivas.
Las personas pobres a menudo reciben sus pequeños ingresos a intervalos irregulares, de modo que en lugar de recibir "un dólar al día", en realidad pueden recibir $60 en la época de la cosecha y ningún otro ingreso durante los dos meses siguientes.
Las cuentas de ahorro ayudan a las personas y a los hogares pobres a lidiar con tales fluctuaciones. Muchos ya participan en grupos de ahorro informales dentro de sus comunidades. Otros pagan a prestamistas para que mantengan su dinero por ellos. Algunos institutos de microfinanzas han comenzado a ofrecer cuentas de ahorro, pero estas cuentas a menudo están disponibles sólo para los clientes que tienen préstamos con ellos.
La banca móvil es otra opción para empezar a llenar ese vacío, aunque los actuales modelos de empresa de dinero móvil necesitarían ser reconfigurados, pues la mayoría de los proveedores del servicio obtienen sus ingresos a partir de cuotas sobre las transferencias. Se necesitaría que las regulaciones del Gobierno permitieran mecanismos de ahorro móvil.
El seguro es otra área útil para incrementar la inclusión financiera de las personas pobres. En caso de una gran catástrofe sanitaria o medioambiental, estar sin seguro o sin ahorros a largo plazo hace que las personas pobres a menudo se hundan más profundamente en la pobreza. Los productos de las compañías de seguros para personas pobres, a menudo denominados microseguros, son todavía un fenómeno nuevo. La mayoría de los profesionales de este tipo de seguro no tienen aún los medios para abordar asuntos como la selección adversa o el riesgo moral y están todavía pensando cómo proporcionar protección adecuada a un precio razonable.
Los teléfonos móviles, a través de los servicios de dinero móvil, pueden proporcionar un medio de acceder a los productos de las compañías de seguros, eliminando algunos de los costos requeridos para adentrarse en áreas de difícil acceso. Pero los móviles son sólo una herramienta y se necesitan más ideas para desarrollar ofertas adecuadas de productos.
Conectar el pago a los empleados del sector público a pagos electrónicos o servicios bancarios en países en desarrollo introduciría a una parte sustancial de la población al sector de la banca formal. Tales movimientos significarían grandes progresos en las áreas financieras y mejorarían la "transparencia, la seguridad, el grado de corrupción y [proporcionarían] un ahorro de los costos potenciales tanto para los gobiernos como para los (bancos) intermediarios", elementos clave para mejorar la libertad económica.
Por último, una amplia proporción de las personas pobres del mundo trabajan por su cuenta, bien en la agricultura o bien como pequeños comerciantes o propietarios de empresas. Estas personas operan sobre todo en una economía en efectivo que es altamente insegura. Un granjero puede recorrer muchos kilómetros hasta el mercado para vender sus productos y viajar de vuelta a casa llevando todo el dinero en efectivo ganado ese día, haciendo de él fácil objetivo de robo. Mecanismos tales como transferencias de dinero móvil, fomentado para propósitos empresariales en vez de únicamente para transferencias personales, les sería de ayuda.
La inclusión financiera puede ir más allá de los microcréditos y las transferencias de dinero móvil actualmente disponibles para personas pobres. Estas personas estarán más capacitadas para salir de la pobreza por sí mismas si tienen mecanismos seguros para ahorrar dinero, productos de las compañías de seguros que los protejan de los riesgos y formas seguras de realizar sus transacciones empresariales y con el Gobierno en el día a día.