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gracias a una empresa española

Pagar con la huella dactilar ya no es ciencia ficción

PayTouch es una empresa pionera en el pago mediante las huellas dactilares.

Ya es posible hacer pagos en establecimientos sin necesidad de llevar efectivo o tarjetas, sólo a través de la huella dactilar, gracias a unos emprendedores catalanes. PayTouch es un innovador servicio de pago que permite realizar órdenes de pago y acceder a ventajas, promociones y descuentos a través de las huellas de la mano de cada usuario.

PayTouch es la idea y el proyecto de cinco jóvenes emprendedores de Barcelona. Javier Peso, director general de Paytouch, cuenta en una entrevista a Libre Mercado el funcionamiento de este novedoso dispositivo que revolucionará el comercio.

Pregunta (P): ¿Cuándo surge PayTouch?

Respuesta (R):
Nace a finales de 2009 durante una cena con otros dos amigos de la UPC (Universidad Politécnica de Cataluña) e ingenieros de telecomunicaciones: Joan Segalà y German Ruiz. Tuvimos bastantes problemas para pagar con las tarjetas de crédito porque los datafonos no nos leían las bandas magnéticas...

Y dándole vueltas a la idea, pensamos que sería perfecto poder pagar sin tener que llevar nada encima, sin tener que preocuparnos por si la banda magnética de la tarjeta funciona o por llevar dinero en efectivo. Para desarrollar el proyecto contamos con otros dos amigos, el ingeniero informático Sergi Almar y el abogado Ignacio Molinario, que se encarga de la parte legal.

P: Sois pioneros en sistemas de pago a través de la huella dactilar, ¿cómo empezásteis?

R:
Empezamos trabajando en el proyecto por las noches, después de acabar la jornada laboral en nuestros antiguos trabajos. Nos reuníamos una vez a la semana en casa de uno de nosotros, nos hacíamos cuatro pizzas y organizábamos el trabajo para la siguiente semana, y así cada uno podía ir avanzando por las noches en su casa.

Poco a poco fuimos viendo que esa forma de trabajar no era la que el proyecto nos requería y empezamos a dejar nuestros trabajos para instalarnos en un pequeño bajo de 40 m² en la ciudad de Sabadell. A partir de ese momento fue cuando pasamos a estar a tiempo completo para desarrollar y convertir en realidad este sistema de pago y fidelización que creemos que va a revolucionar el mercado; allí estuvimos casi un año.

A finales de 2011 pudimos crecer y nos instalamos en la sede de Montmeló (Barcelona), gracias a una financiación del Ministerio de Industria, Energia y Turismo dentro del Plan Avanza.

P: ¿Cuántas personas forman PayTouch?

R:
Actualmente, somos 9 personas y estamos en plena ronda de financiación para poder dar el siguiente paso y establecer las operaciones a gran escala. El sistema, hoy en día, después de todo este tiempo de desarrollo sigue siendo pionero, no existe en el mercado un sistema biométrico de identificación dónde con un único registro puedes pagar contra tus tarjetas de crédito en cualquier comercio en cualquier parte del mundo donde haya instalado un terminal de PayTouch.

P: ¿Por qué PayTouch?

R:
Eso, en lugar de en un restaurante mejicano, sucedió en un wok. Despúes de una larga discusión en las servilletas entre sushi y palillos, decidimos que PayTouch era lo más fácil, lo más sencillo; era como si ya lo hubiera oído antes. Y tenía sentido. Nos llamamos PayTouch porque estas dos palabras en inglés son una descripción gráfica y visual perfecta: "Pagar y Tocar". La esencia del sistema es, precisamente, pagar o acceder a cualquier servicio con las huellas dactilares, poniendo los dedos sobre los lectores de nuestros terminales.

P: ¿Cómo funciona?

R:
El funcionamiento de Paytouch es muy sencillo y seguro. Una vez la persona se ha registrado, cuando quiere pagar o acceder a algún servicio en un establecimiento asociado a Paytouch sólo tiene que poner sus huellas dactilares sobre los lectores de nuestros terminales. Estos terminales portátiles están conectados a Internet. En el momento de la lectura de las huellas, nuestro sistema identifica al usuario, valida su identidad y verifica con los emisores de tarjetas si la operación requerida ha sido validada correctamente. Todo esto en menos de 5 segundos.

Además del pago, el usuario puede acceder a servicios añadidos. Al estar basado en la biometría e identificar a cada persona de forma inequívoca, esto permite que el mismo sistema sepa cuándo se le debe aplicar un descuento a la persona o cuántos puntos puede acumular o canjear, si puede acceder a una zona restringida, si ha comprado una entrada o si tiene en su cuenta una tarjeta de embarque para acceder a un avión... Las aplicaciones accesorias son infinitas.

P: Pagar con la huella parece algo del futuro, ¿está teniendo mucha acogida?

R:
Realmente, el pago con huella dactilar hasta ahora era una cosa de película de ciencia ficción. Nosotros lo que hemos hecho ha sido convertir esta tecnología en algo real. De momento tenemos pocos puntos de venta o de acceso (el Hotel Ushuaïa Ibiza Beach, sus tiendas oficiales y un comercio en la provincia de Barcelona), pero la acogida ha sido muy buena. Al principio, a la gente le cuesta cambiar el chip y pagar de una forma no convencional, pero en cuanto lo prueban repiten.

P: ¿Es un sistema seguro?

R:
El sistema es muy seguro. Como está basado en el reconocimiento biométrico de las cualidades físicas que nos hacen únicos, es una buena manera de acabar con problemas como la suplantación de identidad o robos, entre otros. Nos basamos en las huellas dactilares, que son únicas, irrepetibles e invariables a lo largo del tiempo, y registramos dos (en lugar de una) precisamente para garantizar la inexistencia de errores en la identificación del usuario.

Por otra parte, nuestra plataforma está desarrollada con la misma tecnología que usan las entidades bancarias, cumplimos con el estándar de seguridad PCI-DSS, necesario para procesar pagos con tarjetas bancarias y todas las comunicaciones son encriptadas y se verifican en tiempo real. Además, nuestros usuarios pueden controlar en todo momento su consumo y bonificaciones a través de nuestra plataforma web, que es accesible las 24 horas.

P: ¿Cómo se puede utilizar el sistema?, ¿a quién va dirigido?, ¿qué datos se deben facilitar?

R:
El sistema se puede usar para pagar compras, para acceder a eventos o lugares y para beneficiarse de descuentos, promociones o programas de puntos. El hecho de que los lectores te reconozcan, estés donde estés, hace innecesario llevar tarjetas, dinero o dispositivos móviles, y permite a la vez acumular puntos o recibir beneficios en el mismo momento de la identificación.

Paytouch va dirigido a todas las personas, sin importar de dónde sean. Para beneficiarse de las ventajas de pagar con los dedos, se tienen que registrar de forma gratuita una única vez a través de nuestra página web o en un terminal de registro, en el que se leerán sus huellas dactilares, se vincularán a una o varias tarjetas bancarias y a sus datos personales (nombre, fecha de nacimiento, dirección, teléfono y correo electrónico). A partir de ese momento, podrán pagar o acceder a cualquiera de nuestros establecimientos asociados.

P: En cuanto a vuestra faceta de emprendedores, ¿qué consejos darías a alguien que esté pensando montar un negocio pero tenga miedo?

R:
Emprender es una aventura y es normal que dé miedo, hay que estar preparado para sufrir, y mucho, no es nada fácil y menos en un país como el nuestro. Hay que estar preparado para trabajar prácticamente las 24 horas, dormir poco, enfrentarse a problemas que a veces parecen no tener solución, hacer cosas que nunca antes habías hecho y estar dispuesto a recibir palos y, con ellos, aprender mucho. Y todo esto sin pensar en cobrar "ni un duro".

Te relacionas con gente nueva, algunos muy interesantes, otros no tanto. Habrá gente que se querrá aprovechar de tí y de tu ilusión, por eso es importante escoger bien los colaboradores y compañeros para esta aventura.

Pero, al fin y al cabo, es increíblemente gratificante. Y el aprendizaje es de un valor incalculable. Por eso, si tienes una idea y crees en ella, tienes que intentarlo de todas las maneras posibles, llamar a muchas puertas, ser tenaz y constante, perseverar y no rendirte a pesar de las adversidades.

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