El presidente del Gobierno situó 2014 como el año del fin de la crisis, la recuperación económica y el inicio del crecimiento. “No le quepa la menor duda”, proclamó, quedando registrado en el diario de sesiones del Senado. Además, se mostró optimista con respecto a 2013: “El año que viene será mejor”. Y todo ello bajo la premisa de “no engañar a la gente”, rememorando que las previsiones del propio Ejecutivo para 2012 eran incluso peores a las que están dejando los indicadores.
Mariano Rajoy no se puso una venda a propósito del drama del día a día, con unas cifras de paro que la administración tacha de “inadmisibles”. Pero se mostró moderadamente optimista a pesar de que las previsiones del Ejecutivo para los próximos dos años son, de lejos, mejores a las de organismos internacionales.
No sólo eso. El jefe del Ejecutivo vino a respaldar a dos de sus ministros en la diana del PSOE -la de Empleo, Fátima Báñez, y el de Hacienda, Cristóbal Montoro- por defender que existen indicadores positivos que permiten tener esperanza. Unos signos que Rajoy sacó a colación en la sesión de control en la Cámara Alta, ante las quejas de Marcelino Iglesias, que no dudó en recordar y defender los “brotes verdes” de José Luis Rodríguez Zapatero.
El portavoz del Grupo Socialista utilizó la figura del expresidente para ironizar de que “todo era su culpa”, pero hoy la situación económica sigue siendo muy delicada. Lo hizo varias veces, provocando que cada vez que le mentaba la bancada popular respondiera con un sonoro “sí” que provocó la reprimenda de Pío García Escudero, presidente de la Cámara. Rajoy le dio la estocada, ante las risas de los suyos: “No fui yo quien acuñó la expresión brotes verdes”.
Dejando a un lado la fotografía parlamentaria de la jornada, el presidente se reafirmó en la teoría de que datos permiten empezar a vislumbrar luz al final del túnel. Recuperó algunas de las cifras del informe que avanzó este diario: sector exportador español, inversión directa extranjera, corrección del incremento de empleo público...
“Cuando presentamos en las Cámaras los Presupuestos de este año dijimos que sería un mal año. Se decía que iba a aumentar el desempleo. Nos situamos en la realidad y dijimos la verdad. Otra cosa no tendría sentido y sería engañar. Dijimos que trabajaríamos para sentar las bases de la realidad económica”, dijo a modo de base. Así, continuó, se avanzó en la reducción del déficit público, las reformas estructurales -citó expresamente las laboral y financiera- y la “batalla” por la irreversibilidad del euro.
Ahora bien, dicho todo esto, también reiteró: “Este es un año malo, 2013 será mejor, aunque el crecimiento económico no se verá con claridad hasta 2014”. Y aún apostilló: “No es fácil responder a todo lo que se hizo en este país en siete años”. Previamente, defendió la vigencia del Senado.