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Van Rompuy mantiene los recortes, pero mejorando las partidas agrarias

  Se interrumpen las negociaciones hasta el viernes a las 12.00 horas. Aún hay posiciones encontradas. 

Apenas una hora duraron el jueves por la noche los 27 líderes alrededor de la mesa. Acorralado por el no -esta vez sí, absolutamente unánime- de los veintisiete a su propuesta del billón de euros, VR cerró la reunión hasta el viernes a medio día con un compromiso: la cifra se mantendrá intacta (973.000 millones de euros), pero las partidas de agricultura y cohesión saldrán ganando (en casi 7.500 millones la agricultura). Se hará, eso sí, a costa de las redes de transportes. Un movimiento en absoluto definitivo, pero que, tal y como se lee ahora, beneficiaría a España.

En todo caso, la batalla por el cuánto y, sobre todo, el cómo gastar el dinero del bote comunitario en los próximos 7 años no ha hecho más que empezar. Ya lo avisaron los líderes cuando arrancó la cita con los países divididos, y muchos de ellos con la amenaza de un veto en el bolsillo. La brecha entre quienes, como Reino Unido, quieren seguir adelgazando las cuentas y el grupo de países que, como España y Francia, clama por aumentar el gasto para conservar los subsidios a la agricultura sigue siendo insalvable. Al menos por ahora. Por eso, entre los mandatarios, ninguno descarta la necesidad de convocar una nueva cita en 2013.

Lejos de alcanzar un acuerdo

Antes de la última propuesta de Van Rompuy, los mandatarios de la Unión Europea han dejado claro que, en tiempos de crisis, priman los intereses nacionales y que vienen dispuestos a pelear por ellos. Desde el primer ministro británico David Cameron, que prometía negociar "muy duro" o incluso vetar cualquier propuesta que no respete sus líneas rojas, hasta el primer ministro italiano, Mario Monti, que, a su llegada a Bruselas, también se mostraba dispuesto a levantarse de la mesa si lo que le ofrecen es "inaceptable" para su país. Uno a uno han ido exponiendo sus reservas y, sobre todo, dejando patente su poca fe en alcanzar un acuerdo sobre el techo de gasto de la UE para los próximos siete años.

Que David Cameron no pretende apearse de su discurso anti dispendios en la Unión Europea no era ningún secreto, pero este jueves no sólo el británico se ha atrevido a dudar de la capacidad europea para ponerse de acuerdo. De hecho, varios mandatarios como la alemana Angela Merkel, el sueco Fredrik Reinfeldt o el holandés Mark Rutte han hablado abiertamente de la posibilidad de seguir trabajando en estos presupuestos en el futuro. "Si no tenemos éxito, podemos retomar en enero", le dijo Rutte a la prensa. También Monti, aunque argumentándolo sobre otros motivos, habló de "seguir trabajando en 2013" y hasta el español Mariano Rajoy le restó dramatismo a esa posibilidad. Una opción que, desde luego, no sorprendería, en vista de que ya sucedió en 2005.

El único que, sin reservas, cree –o dice creer- que los Veintisiete saldrán de aquí con un acuerdo bajo el brazo es el presidente francés François Hollande. "Vengo aquí en busca de compromisos, no a dar un ultimátum", aseguró ante la prensa a su llegada, después de exponer con todo detalle las bondades de la política agraria común, en cuyas partidas Francia se juega muchos millones.

Tratándose del marco financiero plurianual, es decir, la base para cuadrar unos presupuestos que necesitan ser negociados de todos modos año a año, otro posible final para la cumbre, apuntan fuentes comunitarias, es que, debido a la complejidad de las cifras, todos los líderes quieran atribuirse una victoria.

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