La Fundación del Real Madrid (FRM) tiene una serie de actividades en todo el mundo entre las que destacan sus escuelas sociodeportivas: miles de niños en cuatro continentes reciben a través de ellas formación deportiva y, en muchos casos, importantes apoyos a su escolarización o socialización.
Muchas de estas escuelas se han establecido con el apoyo de autoridades locales o estatales de los países en los que se encuentran, pero sea ese el caso o no, la potencia de la marca Real Madrid hace que para la Fundación del club blanco sea posible establecer relaciones al más alto nivel en prácticamente cualquier país del mundo.
Una facilidad de acceso que la FRM está dispuesta a poner al servicio de pymes españolas que quieran expandirse internacionalmente y que, en muchas ocasiones, no tienen facilidad para llegar a los círculos, bien públicos bien privados, en los que se pueden lograr contratos y concesiones.
Misiones comerciales mixtas
Hablamos del tema con Íñigo Arenillas, de la FRM, que nos explica la visión de la institución sobre su posibilidad de ayudar a las empresas, especialmente a las pymes "porque las grandes corporaciones no nos necesitan". La idea es organizar lo que denomina "misiones comerciales mixtas" en las que la FRM acompañaría a un grupo reducido de empresas a un país es el que estuviesen interesados.
Allí, facilitaría "reuniones al más alto nivel" con autoridades, empresas e instituciones. Técnicos de la Fundación podrían incluso estar presentes en dichas reuniones en la medida que fuese necesario y, por supuesto, ayudar para que de esas reuniones salga un programa de encuentros completos a todos los niveles.
"La idea –nos comenta con entusiasmo nuestro interlocutor- es aprovechar la fuerza tractora de una marca como Real Madrid para ayudar a las Pymes, darles esos contactos y dejarlas allí donde ellas ya pueden hacer el trabajo".
¿Cómo puede funcionar?
Si usted está pensando en que esta puede ser una buena oportunidad y se pregunta cómo puede acceder a ella la respuesta es muy sencilla: basta ponerse en contacto con la propia Fundación, transmitirle el área o el país en el que está interesado y, eso sí, esperar a que se forme un grupo que justifique montar una misión comercial.
A partir de ahí, serán los equipos de la fundación los que, según los requerimientos de las empresas, organicen una agenda que permita entablar provechosas relaciones a su empresa.
¿Dónde?
La potencia del Real Madrid como marca es tal que puede liderar un proyecto de este tipo en prácticamente cualquier rincón del mundo, pero hoy en día su expansión tiene varios puntos en los que es especialmente importante: en países de Iberoamérica como Colombia o México; o, y esto puede ser especialmente interesante para muchas empresas, en economías emergentes como Sudáfrica, Angola, Mozambique, el propio Brasil o Rusia.
También hay una presencia destacada en naciones con un impresionante potencial económico y que, paradójicamente, están muy interesadas en contar con empresas españolas como las monarquías petroleras de Oriente Medio: Omán, Qatar, los Emiratos Árabes Unidos, Kuwait...
"No hace mucho –nos cuentan desde la FRM- en uno de esos países nos comentaban que estaban muy interesados en compañías españolas pero no les era fácil entrar en contacto.
La parte de la empresa
¿Y todo a cambio de qué? Obviamente, la misión central de la FRM no es ayudar a las empresas sino a los niños, así que en buena lógica su soporte a las compañías tiene que ser parte de un acuerdo, pero las condiciones son realmente ventajosas: si y sólo si la misión comercial tiene éxito la compañía se vinculará a una nueva escuela deportiva del club blanco.
Y no estamos hablando de una millonada: el presupuesto para una escuela de 100 niños es de 10.000 euros al año, un dinero con el que se hacen muchas cosas. "Con ese dinero se contratan entrenadores, se consiguen equipaciones deportivas para los alumnos y se pagan los gastos administrativos que se generan". Gastos administrativos que, tal y como nos explican, se corresponden a los de la institución local con la que la FRM haya llegado a un acuerdo –siempre se opera con la colaboración de agentes locales-, mientras que la FRM no carga ninguno de sus gastos operativos a sus proyectos, sino que son subvencionados desde el propio club blanco.
Además, la empresa patrocinadora podrá utilizar de la forma que estime conveniente su relación con ese proyecto de la FRM en su comunicación corporativa.
¿Y que hace la FRM?
Como decíamos, varias actividades marcan la actuación de la FRM, desde partidos benéficos a campus o ‘clinics’ pasando, por supuesto, por la gestión del patrimonio histórico del club. Pero lo más importante son las escuelas sociodeportivas de fútbol y baloncesto que se han creado por toda España y por cuatro continentes.
En estas escuelas se invita a los niños a participar a cambio de que se comprometan a no faltar al colegio, ya que siempre están vinculadas a un centro educativo. En algunos casos esto implica incluso que el chico vuelve a escolarizarse.
Una vez entran en la escuela los niños reciben equipos del Real Madrid para hacer deporte y entrenan durante noventa minutos dos veces por semana. Además, tal y como nos cuenta nuestro interlocutor, "a través de la práctica deportiva reciben también una formación en valores" y, lo que en no pocos lugares es todavía más importante, "en hábitos de salud e higiene". Por ejemplo, "en países de África tenemos un sitio en el que los niños se pueden lavar".
Se les hace también una revisión médica anual y reciben lo que se podría denominar una "primera atención" de un doctor: para urgencias y para derivar a otros en caso de detectar una anomalía. En no pocas ocasiones esto puede ser lo más parecido a tener médico para muchos de los niños.
Algunos proyectos alcanzan mayor complejidad, como parte de los que se desarrollan en Colombia en colaboración con la Fundación Revel, que están permitiendo la reintegración de niños provenientes del mundo de las pandillas o incluso relacionados con los cárteles de la droga.
"Se trabaja también con las familias y, por supuesto, con los entrenadores", nos cuenta Íñigo Arenillas. Los instructores son, precisamente, otra de las partes interesantes del trabajo de la FRM: "Para empezar les damos formación, una formación que luego pueden aprovechar para buscar salidas laborales" y además se les remunera, y no poco, sobre todo para según qué sitios: "Aproximadamente unos 15€ por sesión de 90 minutos, y no se les paga menos porque estén en países más pobres".
Otro detalle que revela una forma especial de trabajar: la FRM no hace infraestructuras, no construye campos de juego y mucho menos estadios, "como mucho arreglar algo ya existente para que ofrezca las condiciones adecuadas de seguridad para los chicos".
Las razones son varias, desde que si se hacen infraestructuras "es lo que todo el mundo quiere patrocinar" hasta que en no pocos de los países en los que la FRM opera eso supone exponerse a un ámbito que no es, ni mucho menos, ajeno a la corrupción.
En definitiva, la FRM ofrece a empresas de medio tamaño una opción profesional y capaz para abrir mercados que además se integra en un proyecto que no sólo puede ayudar a crecer a una compañía española, sino también a jóvenes de lugares como los barrios más duros de Sudáfrica o la India.