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¿Cómo gestionan los Obama su economía familiar?

El matrimonio sufrió serias dificultades económicas debido al mal manejo de las finanzas familiares.

El matrimonio sufrió serias dificultades económicas debido al mal manejo de las finanzas familiares.

Durante la campaña presidencial de 2008, en la que Barack Obama se midió exitosamente con el senador John McCain, su esposa Michelle reconoció públicamente que su matrimonio había enfrentado serias dificultades económicas debido a su manejo de las finanzas familiares. En un acto en Ohio, la hoy Primera Dama estadounidense confesó que rara vez contabilizaba los gastos.

Cuando lo sumé todo por primera vez, resultó que entre nuestras dos hijas gastábamos alrededor de 10.000 dólares cada año solamente en actividades extracurriculares. Piano, baile, deporte, programas de verano...

La propia Michelle Obama reconoció en aquel acto electoral que tanto ella como Barack se habían sorprendido al comprobar la magnitud de sus gastos. No obstante, explicó que se lo podían permitir gracias a los elevados ingresos derivados del ascenso político de su marido.

Barack y yo estuvimos en esa situación en la que los salarios no alcanzan para saldar las deudas. La única razón por la que ya no estamos así es porque Barack escribió dos libros de éxito. ¡Fue como el cuento de las habichuelas mágicas! Pero hasta hace poco, nos costaba imaginar cómo podríamos ahorrar para nuestras hijas.

Michelle Obama añadió el siguiente comentario a sus observaciones.

Nosotros dejamos la América empresarial, tal y como estamos pidiendo que hagan los jóvenes. ¡No entren en la América de las empresas! Sean profesores, ayuden a su comunidad, sean trabajadores sociales, sean enfermeros... ¡Son las carreras que necesitamos! Pero si tomas esa decisión, como hicimos nosotros, entonces tus salarios se resienten. Hoy, muchas de nuestras mejores promesas acaban entrando en la abogacía empresarial, el manejo de fondos de inversión...

Una montaña de deuda familiar

Un examen de las finanzas familiares de los Obama revela hasta qué punto el presidente de los Estados Unidos y su esposa llegaron a enfrentar una grave crisis de deuda familiar. El matrimonio compró un apartamento en Chicago con una hipoteca de cerca de 160.000 dólares. Tras haber asumido este compromiso a mediados de los 90, los Obama contrajeron una nueva deuda: se trataba de una línea de crédito por valor de 20.000 dólares, suscrita en mayo de 1999.

Sin embargo, estas fuentes de financiación no impidieron que, en 2002, la hipoteca del apartamento fuese refinanciada. El nuevo acuerdo suscrito entonces por Barack y Michelle ascendía a 210.000 dólares, pero la cosa no acabaría aquí, ya que en 2002 el matrimonio acabó pidiendo otro préstamo valorado en 100.000 dólares.

De acuerdo con las declaraciones tributarias de la familia en 2004, las obligaciones acumuladas por el apartamento ascendían ya a 240.000 dólares, pese a que la propiedad había sido comprada por 160.000 dólares. Este desfase significa que, entre 1999 y 2004, los Obama gastaron 80.000 dólares más de lo que permitía su situación patrimonial, incluyendo diferentes líneas de crédito. 

¿Eran bajos los ingresos de los Obama? En absoluto: el ingreso promedio del matrimonio durante este periodo (1999-2004) ascendió a los 257.000 dólares al año. Esta cantidad supera en 7.000 dólares al umbral de 250.000 dólares con el que Obama ha definido en ciertas ocasiones su criterio de "renta alta".

¿Ahorraban o invertían los Obama? No: las declaraciones tributarias de la familia durante estos años no contemplan ningún vehículo de ahorro ni de inversión, por lo que la acumulación de capital de la familia fue nula durante todo el lustro analizado.

¿Qué salvó a los Obama?

Hemos visto que el matrimonio que hoy ocupa la Casa Blanca se caracterizó durante años por manejar sus finanzas personales a golpe de endeudamiento. Este escenario no es sostenible a largo plazo, pero por fortuna para el matrimonio la situación se revertió por lo que Michelle Obama llama las "habichuelas mágicas", esto es, el salto a la fama de su marido. Cuando Barack llegó al Senado, en 2005, su sueldo anual alcanzó los 160.000 dólares. También desde entonces sus publicaciones comenzaron a generar importantes beneficios editoriales.

La hoy Primera Dama recibió un aumento salarial del 260% justo después de que su esposo fuese elegido senador. Si en 2004 el sueldo de Michelle era de 120.000 dólares anuales, un año después ya ascendía a 315.000. Esto llamó la atención de los medios de comunicación, obligando a los superiores de Michelle Obama a desmentir los rumores que afirmaban que semejante aumento salarial tuviese algo que ver con el éxito político de su esposo. Así, en apenas un año, los ingresos familiares pasaron de menos de 260.000 dólares a cerca de 480.000 anuales.

"Habichuelas mágicas" y soluciones reales

Las palabras de Michelle en Ohio evidencian que la Primera Dama es consciente de que aquellas carreras profesionales que los Obama consideran superiores tienen una menor retribución económica que otras. No obstante, las finanzas familiares revelan que el matrimonio no ajustó su ritmo de vida a la realidad económica de las ocupaciones que escogieron. Como ha reconocido la propia Primera Dama, solamente las "habichuelas mágicas" sacaron a los Obama de un problema de endeudamiento que podría haber empeorado notablemente.

Por otro lado, es revelador descubrir hasta qué punto los Obama priman el endeudamiento por encima del ahorro y la acumulación de capital. Muchas de las políticas económicas que defiende hoy la Administración Obama son consecuentes con esta filosofía de gestión.

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