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Fitur refleja la depresión del sector público español

La que es sin duda la mayor cita del sector en España ha abierto sus puertas este miércoles inaugurada por los príncipes de Asturias.

La que es sin duda la mayor cita del sector en España ha abierto sus puertas este miércoles inaugurada por los príncipes de Asturias.
Lo mejor de la feria

Los príncipes de Asturias han sido un año más los encargados de inaugurar la Feria Internacional del Turismo (Fitur). Acompañados por el ministro de Industria y Turismo, José Manuel Soria, don Felipe y doña Letizia han levantado el revuelo que su presencia levanta habitualmente, con decenas de profesionales de la prensa intentando obtener una imagen y los visitantes y expositores locos por acercarse a la real pareja.

Pero tras el paso de los príncipes, lo que ha quedado es una edición de Fitur que refleja la situación económica de nuestro país, con un papel mucho más modesto de los que eran hasta ahora los grandes animadores del encuentro: los organismos y administraciones públicas.

Así, los stands de comunidades autónomas y ayuntamientos, estructuras verdaderamente mastodónticas en las últimas ediciones de la feria, han visto reducirse tanto su extensión como la espectacularidad de los montajes. Del mismo modo, también se pueden ver stands prácticamente idénticos a los del pasado año, en lugar de los sorprendentes y completamente nuevos montajes que venían siendo habituales.

El reciclaje de los diseños y las estructuras del 2012 era el caso, por ejemplo, de los stands de Cataluña, Madrid o La Rioja, prácticamente idénticos a los del pasado año. Otros estrenaban diseño, pero reducían muy significativamente el espacio alquilado: el caso más notable es el de la Comunidad Valenciana, que en la última edición de Fitur ocupaba todo un pabellón y este año se conformaba con un espacio, importante eso sí, junto a las demás CCAA.

En muchos casos la reducción se suma al recorte que ya se pudo ver el año anterior, es el caso de una comunidad autónoma gobernada por el PP, que ha pasado de 1.000 metros cuadrados en 2011 a 800 en 2012 y a sólo 400 en esta edición de Fitur.

Andalucía, a todo trapo

La excepción, al menos en parte, es Andalucía, que sigue ocupando todo un pabellón del recinto ferial madrileño, si bien el montaje resultaba menos espectacular que en anteriores ocasiones.

El propio presidente Griñán ha sido uno de los mandatarios autonómicos que se ha pasado por la feria en su primer día, inaugurando el pabellón con un discurso en el que, cómo no, ha reivindicado el gasto público como motor de la economía. No se le puede negar al andaluz ser consecuente.

También algunos ayuntamientos andaluces son de los más generosos, como el de Málaga o Torremolinos, en una edición de Fitur en la que los stands de corporaciones municipales casi han desaparecido o se han integrado más aún en los de los entes comunitarios.

Llamativa explosión iberoamericana

Frente a la lenta pero continuada decadencia de los stands de organismos españoles, los países de Iberoamérica parecen más boyantes que nunca. Perú, Panamá, México o la República Dominicana, por ejemplo, presentan montajes espectaculares, grandes y llenos de gente y atracciones con los que, a buen seguro, lograrán muchas visitas.

Se trata, sin duda, de países cuya tendencia económica es más positiva que la española, al menos por el momento, y que en muchos casos están acercándose al turismo masivo casi por primera vez, lo que explica que la inversión en este tipo de eventos se vea con otros ojos.

Pero, ¿es Fitur realmente una inversión que merezca tal nombre? Esa es la duda que muchos tienen en un mercado que ha cambiado tanto como el turístico y en el que la irrupción de internet parece ofrecer fórmulas menos costosas de encontrarse con el público o con los clientes.

Mientras tanto, Fitur sigue siendo un importante punto de encuentro y, con las novedades previstas para este fin de semana -por primera vez se comercializarán viajes- quizá también para los viajeros.

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