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Goirigolzarri: "Bankia es la única que puede devolver las ayudas"

El presidente de la entidad asegura que su "obsesión" será "generar valor" para que los contribuyentes puedan recuperar su inversión.

La nueva Bankia ya está en marcha. Ése ha sido el mensaje que José Ignacio Goirigolzarri ha intentado transmitir, este jueves por la mañana, en la sede central de Madrid. Y lo ha hecho, como no podía ser de otra manera, cerrando definitivamente el capítulo anterior, con la presentación de resultados correspondientes al año 2012. Su idea es que los más de 21.000 millones de euros que el grupo BFA-Bankia perdió en el pasado ejercicio pertenecen al pasado. Son la consecuencia más dolorosa de los errores cometidos por la entidad y por las siete cajas que la formaron. Ahora queda construir el futuro e intentar devolver el dinero que han prestado los contribuyentes para sanear la entidad. Como ha admitido su presidente, ése será su "principal reto".

Goirigolzarri ha repetido en varias ocasiones que su entidad es "tremendamente solvente", con una solvencia "no inferior" a la de ningún otro banco del país y un balance "saneado y líquido". Por eso, pese a la catarata de noticias negativas que aparecen cada día y en las que aparece asociado el nombre del Grupo, el banquero ha defendido que la situación es "radicalmente distinta" a la que presentaba en mayo, cuando él se hizo cargo de la nave: "La marca estaba golpeada por una serie de circunstancias que han cambiado. Ahora, nuestro objetivo es transmitir esa transformación".

En este sentido, ha reiterado que "nadie puede poner en duda la solvencia" de la institución y se ha mostrado convencido de que esa "confianza" será la base sobre la que se edificará el futuro a corto plazo y que les permitirá volver a a traer a sus clientes.

De esa forma, será más fácil que el Estado pueda recuperar el dinero inyectado en el grupo, cuyas necesidades de capital, después de traspasar activos al banco malo, ascienden a 24.500 millones de euros. Con la ampliación de capital se cubrieron unos 18.000 millones (aportados por la UE). Los 6.500 millones restantes llegarán con el canje de híbridos (deuda subordinada y preferentes) por acciones.

Solvencia y ayudas públicas

En realidad, Goirigolzarri tiene razón en que en estos momentos, la entidad presenta un balance saneado. Tras las provisiones a las que se ha visto sometida y tras haber recibido esa inyección pública de 18.000 millones, BFA-Bankia es un banco que debería ser solvente. La cuestión, por lo tanto, no es si su balance es más sólido que el que presentaba en mayo (algo que nadie pone en duda), sino si será capaz de volver a generar negocio con la energía suficiente como para poder devolver al Estado el dinero de la ayuda.

Y en este punto, el presidente de Bankia ha lanzado su apuesta más atrevida. Goirigolzarri ha dejado claro que el rescate de su banco es "diferente", porque al contrario de lo que ha ocurrido con la CAM o con Banco de Valencia, a los que se ha inyectado dinero a fondo perdido para luego venderlos a otras entidades, en su caso lo que ha hecho el Estado es una inversión, que ha puesto en manos "de un equipo de gestores" con el objetivo final de recuperar ese dinero: "Bankia es la única que puede devolver las ayudas".

¿Y cuándo llegará ese momento? No será fácil encontrar un comprador que quiera quedarse con la participación del Estado por esos 18.000 millones. De hecho, hay que recordar que en mayo de 2011, el Frob puso 4.465 millones más, por lo que para que no hubiera ni pérdidas ni ganancias para el contribuyente la venta de la participación pública tendría que realizarse en casi 22.500 millones.

Goirigolzarri ha hablado del fin del plan estratégico, "a finales de 2014 y durante 2015", como una fecha objetivo para empezar a obtener réditos esta inversión: "Nuestra obsesión será gestionar desde el punto de vista de generar valor para los accionistas, es decir, los contribuyentes".

Cierre de oficinas

Evidentemente, el proceso de saneamiento de la entidad no se ha terminado. Quizás la parte más dolorosa esté todavía por delante. En este sentido, Goirigolzarri ha presentado también el plan de reestructuración que llevará de aquí a finales de año al cierre de 1.100 oficinas en toda España y a la reducción de unos 6.500 empleos, de los que 4.500 están incluidos en el ERE pactado el pasado día 8 con los sindicatos. De esta manera, el próximo invierno deberían quedar unas 1.200 sucursales de Bankia repartidas por toda España, con una imagen corporativa única y un diseño único para todas las oficinas.

El primer paso en la reestructuración se dará en las dos regiones fuertes de la entidad. La intención de Goirigolzarri es tener completo el proceso en Madrid y Valencia para finales de mayo, e iniciar entonces el proceso en el resto de España. En este sentido, el presidente de la entidad ha recalcado que este 2013 será "un año complicado", pero que espera que la rapidez del proceso y los "esfuerzos" que harán servirán para eliminar la incertidumbre: "En estos momentos somos un grupo sólido. El objetivo es ser rentables y conseguir en 2015 una rentabilidad sobre fondos propios en el entorno del 10%".

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