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Una doble amenaza se cierne sobre los futuros pensionistas españoles

Aunque el sistema público está al borde de sus sostenibilidad, estamos entre los europeos que menos ahorran de cara al futuro.

En lo que hace referencia a sus pensiones, probablemente los españoles estén bastante desconcertados. Por un lado, es raro el día en que no sale un responsable público a la palestra a asegurarles que no tienen nada que temer, que sus prestaciones de jubilación están completamente garantizadas. Por otro, son casi igual de habituales las noticias sobre cambios en el modelo. Y por último, también es muy común que esos mismos políticos que les dicen lo fantástica que es la Seguridad Social, les recomienden hacerse un plan privado. Así, parece lógico que muchos ciudadanos se pregunten: si el sistema público es tan seguro como afirman sus responsables, ¿por qué hay que estar constantemente reformándolo?

Lo cierto es que hay muchos datos preocupantes en lo que tiene que ver con la capacidad de la Seguridad Social de hacer frente a sus obligaciones. En Libre Mercado le hemos dedicado numerosos artículos a la cuestión. Sin embargo, hay otra cara del problema a la que normalmente no se presta tanta atención. Porque lo normal es que, puesto que existe una creencia (casi certeza) de que las pensiones del futuro serán más bajas que las actuales, España fuera también uno de los países en los que más peso tiene el ahorro individual para hacer frente a esta situación. Y no es así. Ni por el lado público ni por el privado hay una respuesta clara: los pensionistas españoles del futuro se enfrentan a una doble amenaza.

La tasa de sustitución

En cuanto a las pensiones públicas, uno de los principales problemas de los españoles reside en su desconocimiento. Como explicamos hace unos meses, no saben ni cuánto cobrarán, ni los cambios legales que ha habido en los últimos años ni las reformas ya anunciadas. Sí, es posible que escuchen a veces noticias sobre el problema que se ciernes sobre ellos, pero probablemente no son conscientes de su magnitud.

Por ejemplo, en comparación con los países de nuestro entorno, España tenía en 2007 una tasa de sustitución del 81%, frente al 34% de Japón o al 40% de Alemania. Tras la reforma, este dato habrá caído un poco pero, en cualquier caso, no será posible garantizar un nivel que implica que la diferencia entre pensión y último sueldo sea de apenas un 20%.

Aunque se hace mucho hincapié en los temas demográficos y en el envejecimiento previsto (y acelerado) de la población española en los próximos años, este dato es una buena piedra de toque de cómo el sistema público está por encima de sus posibilidades. Sólo con llevar esa tasa de sustitución a los niveles habituales en la OCDE, los futuros pensionistas hispanos ya pueden ir haciéndose una idea del camino que recorrerán sus pagas.

¿Ahorro?

En este sentido, desde la perspectiva española, una de las primeras preguntas que surgen es cómo pueden vivir los jubilados franceses o alemanes con prestaciones que apenas llegan a la mitad de su último sueldo. Y aquí aparece la segunda amenaza que se cierne sobre los pensionistas patrios: su tasa de ahorro es mucho menor que la de sus vecinos. Es decir, que cuando desaparezca parte de la paga pública a la que creían que tenían derecho, se podrían encontrar sin el colchón del ahorro privado.

Por ejemplo, si tomamos como referencia los planes de pensiones, en Holanda los fondos acumulados por sus ciudadanos llegan al 138% del PIB, en Reino Unido al 88% y en Dinamarca al 49,7%. Mientras, en España apenas alcanzan el 7,8%. Y como apuntaba el informe del BCE conocido hace unas semanas sobre el patrimonio de los europeos, "sólo el 5,6% de los españoles tiene fondos de inversión, frente a un 17% de los alemanes u holandeses". De acuerdo a un estudio de la CNMV, sólo el 27% de los españoles tiene plan de pensiones, frente a un 49% de los americanos y lo mismo puede decirse para fondos de inversión o acciones.

¿Y por qué se da esta situación? Puede haber muchas explicaciones, desde sociológicas a legales, pasando por las pocas ventajas fiscales que puede tener el ahorro en España respecto a otros países. Pero no hay duda de que los fondos españoles tienen también un problema de rentabilidad. Por alguna razón, los beneficios de estos productos han estado, en general, por debajo de lo habitual en la UE. Así, según los datos del último informe de Inverco (la patronal del sector) la rentabilidad media de los planes de pensiones españoles a cinco años apenas llega al 1,85%; a diez años sube hasta el 3,09% (ver rentabilidad en el gráfico superior).

Evidentemente, estos datos son una media. Hay gestores que han conseguido importantes rendimientos, pero no han sido la norma. Por un lado, hay que apuntar que muchas entidades financieras ofrecen estos productos como forma de fidelización, con regalos y otros ganchos similares, más que como una forma de inversión en sí misma. Muchos contribuyentes, además, utilizan estos planes como forma de optimización fiscal.

La opinión de los expertos

Isca Noguera, responsable del Departamento de Auditoría Financiera y Maite Lázaro, consultora de Ahorro-Previsión de Optima Financial Planners, apuntan algunas ideas interesantes para aquellos que estén pensando en ahorrar de cara a su jubilación:

  • ¿Qué contratar?: "Los planes de perfil más arriesgado sí que dan rentabilidades más elevadas, sobre todo a medio plazo. Cuando una persona se acerca a la edad de jubilación, se le aconseja pasar uno con capital asegurado. A los jóvenes, se les aconseja planes de perfil de más riesgo".
  • ¿Rentabilidad o ‘ganchos’?: "Está claro que los regalos son muy bonitos, pero normalmente se dan a cambio de una penalización por retirar el plan en un tiempo determinado, para tener atado a los clientes. La gente debería tener en cuenta esto, lo importante no es lo que te pueden regalar, sino la rentabilidad del plan".
  • ¿Nos fijamos demasiado en la fiscalidad?: "En la medida en que la fiscalidad es ventajosa, mucha gente contrata sólo para ahorrarse el IRPF. La rentabilidad no se tiene tan en cuenta. La gente no lo contempla como un producto de rentabilidad".
  • ¿Qué pasa cuándo me llega el momento de cobrarlo?: "Es lo más importante. Lo primero que hay que ver es si las aportaciones son hasta 31 de diciembre de 2007; en ese caso normalmente interesa bastante cobrar en forma de capital, porque tiene una deducción del 40%, como una renta irregular. Las aportaciones posteriores, en general, interesa más cobrarlas en forma de renta".
  • ¿Cómo podría ayudar el Gobierno a relanzar estos productos?: "Pues podría volver a aprobar esa reducción, para que te beneficies no sólo cuando aportas sino también cuando rescatas".
  • ¿Se puede rescatar el plan mientras estás trabajando si tienes más de 65 años?: "Entiendo que no. Si sigues generando rentas no puedes cobrarlo. Tienes que tener certificado legal de que eres jubilado (total o parcial). El rescate sólo se permite por jubilación, invalidez, desempleo o enfermedad grave".

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