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El 'extraño' olvido de la Comisión Europea

El documento de recomendaciones del Ejecutivo comunitario no menciona la dualidad del mercado laboral y suaviza sus frases sobre impuestos.

Son sólo nueve páginas, pero dan mucho de sí. El documento con las recomendaciones para España de la Comisión Europea ha generado numerosos comentarios desde que se dio a conocer este miércoles, a primera hora de la tarde. Especialmente, sus últimas dos páginas, en donde el Ejecutivo comunitario agrupa sus propuestas en nueve grandes apartados que contiene más de dos docenas de medidas concretas que el Gobierno debe aprobar en los próximos meses. De hecho, quizás la mayor novedad sea el calendario tan preciso que contiene el informe.

Reforma de las administraciones, impuestos, control presupuestario, gasto en sanidad, empleo juvenil,... Prácticamente no hay ningún aspecto de la realidad económica en el que la Comisión no pida una reforma. Son frases cortas y escuetas, pero directas. Eso sí, entre tanta propuesta, brillan por su ausencia dos cuestiones que son carne de portada: impuestos y la dualidad laboral. En ambos casos, la solución es la misma, silencio administrativo.

Quizás la más llamativa sea la cuestión de la dualidad del mercado laboral. Si hay un aspecto de la realidad española que todos los expertos destacan que necesita un cambio ése es el de la extrema dualidad de sus trabajadores. La división entre fijos y temporales, mucho más marcada que en el resto de la UE, está detrás de buena parte de la destrucción de empleo. Hay que recordar que, desde que comenzó la crisis, el número de trabajadores con contrato indefinido apenas ha caído. Mientras, la cifra de temporales ha caído más de un 30% respecto a sus niveles de 2007.

De hecho, el tema es tan preocupante que varios organismos internacionales han roto su tradicional diplomacia para pedir directamente al Gobierno español que tome cartas en el asunto. Lo hizo la OCDE, lo ha hecho la UE y también numerosos analistas. Los titulares más llamativos se los ha llevado el llamado contrato único (una solución para este problema, no la única).

Incluso, hace unos pocos días, el propio Comisario de Empleo, de visita en España, alzó la voz en ese sentido. Y fue reprendido rápidamente por parte del Gobierno, de la oposición, de los sindicatos y de la patronal. Parecía que hubiera traspasado una línea roja. La propia Fátima Báñez calificó de "inaceptable" la propuesta. Pocas veces un enfrentamiento con Bruselas se ha saldado en estos términos.

Pues bien, en la primera ocasión que ha tenido tras la polémica, la Comisión ha dejado caer esta cuestión. Es realmente extraño. En casi todos los informes de propuestas, la "dualidad" está presente (algo lógico viendo las cifras de paro). Por ejemplo, había una mención expresa en el último, publicado en abril. Pero en éste no. De hecho, la palabra ni siquiera aparece en el párrafo dedicado al mercado laboral o el destinado al desempleo juvenil. Hay recomendaciones sobre las políticas activas, sobre formación y desempleo juvenil. Pero de "fijos" y "temporales", ni hablamos. ¿Habrá habido llamada de Moncloa? ¿Es éste un tema tabú? ¿Se puede hablar de todo menos de esto? Quién sabe.

¿Cotizaciones?

Por otro lado, hay otra cuestión en la que también ha cambiado significativamente el lenguaje bruselense. Y también es uno de esos aspectos que molestan especialmente al Gobierno: las posibles bajadas de impuestos o cotizaciones sociales.

Hay que reconocer que en esta cuestión la Comisión nunca ha sido tan clara como con el mercado laboral. El objetivo número 1 de la UE es la consolidación fiscal y, a corto plazo, podría parecer que esto no encaja muy bien con una rebaja tributaria, aunque los datos indican que las subidas de impuestos tampoco están funcionando.

Eso sí, los organismos comunitarios han seguido una línea bastante constante en materia tributaria. Por ejemplo, en mayo del año pasado, pedían "un sistema tributario consistente con los esfuerzos de consolidación fiscal y que apoye el crecimiento, incluyendo un cambio desde los tributos sobre el trabajo hacia aquellos sobre el consumo". Esta última frase va en la línea de lo que piden los expertos y lo que la UE han reclamado en otras ocasiones: una rebaja en las cotizaciones (el coste del empleo) y, si es posible, en IRPF.

Este último miércoles, la frase sobre el sistema fiscal cambiaba: "Hay que conducir una sistemática revisión del sistema fiscal para marzo de 2014. Hay que considerar una limitación en la tributación directa, explorando el margen para limitar aún más de la aplicación de los tipos reducidos de IVA". Es lo mismo y al mismo tiempo es diferente. El lenguaje comunitario se ha moderado también en esta cuestión.

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