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Rajoy intenta que el Consejo Europeo no quede en una mera fotografía

El Gobierno teme un documento sin acuerdos concretos y los contactos se multiplican. Rajoy despacha por teléfono con Merkel, Hollande y Letta.

El Gobierno teme un documento sin acuerdos concretos y los contactos se multiplican. Rajoy despacha por teléfono con Merkel, Hollande y Letta.
Sáenz de Santamaría despachó con Merkel este mismo martes.

Dicen los suyos que Mariano Rajoy acude este jueves a Bruselas con la intención de dar "hasta el final" la batalla. Aunque tenga que reeditarse la noche en vela de hace ahora un año y se amague con el plante en caso de no tener un papel con medidas concretas. Por ese documento en firme, la diplomacia española lleva días multiplicando los contactos internacionales; atando cabos con los aliados e intentando sacar compromisos a quienes estarán enfrente. Y la negociación no está siendo fácil.

En los círculos de poder se ha extendido el temor de que el Consejo Europeo se desinfle como un globo y no cumpla con las expectativas. Los analistas del PP reconocen abiertamente que no ayuda que las elecciones en Alemania estén a la vuelta de la esquina y que Angela Merkel esté dando más importancia a la cumbre por el empleo, que se celebrará en Berlín la próxima semana y a la que también acude Rajoy. Si bien, recuerdan desde el Gobierno, las decisiones "se tienen que tomar en el Consejo".

"Estoy convencido de que habrá un mensaje claro en materia de integración europea y de empleo juvenil y de crédito a pymes", proclamó hace pocos días el presidente tras despachar con Alfredo Pérez Rubalcaba y lograr su apoyo. En realidad, tiene el de la inmensa mayoría del Congreso de los Diputados, si bien los propios asesores de Moncloa confiesan que esa fotografía de unidad se diluye una vez en Bruselas. "Estas cosas nunca son fáciles, somos veintisiete países, y nunca es fácil ponernos a todos de acuerdo", admite el propio Rajoy.

Para conseguirlo, hasta el último momento ha mantenido contactos con sus ya aliados naturales: François Hollande (Francia) y Enrico Letta (Italia), ambos de corte socialista. También ha despachado con Merkel, de nuevo la más reticente a las medidas ya planteadas por España. Muy destacada en este sentido ha sido la visita de la vicepresidenta esta misma semana a Berlín para participar en el congreso de la CDU, y en el que logró el aval de la canciller a las reformas emprendidas. Un programa "ejemplar" a ojos de Merkel, de la que salió expresamente invitar a Soraya Sáenz de Santamaría.

Ante la líder alemana, la vicepresidenta tiró del discurso de Rajoy: "Mi Gobierno también quiere impulsar una España fuerte para una Europa fuerte: ein starkes Spanien für ein starkes Europa". Esto es, más ayudas para pymes y empleo juvenil, que se pueden resumir en dos puntos muy concretos:

  • Adoptar nuevas iniciativas que redunden en el fondo del empleo juvenil. En concreto, la utilización de todos los recursos asignados a tal efecto en la Iniciativa ya aprobada, desarrollar un programa ERASMUS para la Formación Profesional o poner en marcha de manera inmediata las medidas de la Garantía Juvenil.
  • Incrementar el volumen total de fondos del Banco Europeo de Inversiones (BEI) destinados a las pequeñas y medianas empresas.

Como ejemplo de que España cumple, Rajoy destacará que este mismo viernes se aprueba de forma definitiva la ley de emprendedores, que incluye una rebaja fiscal de 2.000 millones de euros. O la que atañe a la administración pública, y que estaba incluida en el dossier remitido a Bruselas. De igual forma, insistirá en un mensaje clave para Alemania: que seguirá reduciendo el déficit público de acuerdo al calendario previsto.

La situación, sin duda, no es tan grave como hace un año, con la palabra "rescate" en boca de todos. Pero el Ejecutivo cree que no hay que bajar la guardia, y esta semana no está siendo especialmente buena en los mercados de deuda, si bien la prima de riesgo se fue rebajando este jueves aunque siga por encima de los 300 puntos. "Es crucial que la UE lance mensajes y tome decisiones que sean apreciadas positivamente por los ciudadanos. Debe ocuparse y resolver, con todos los medios a su alcance, los problemas que preocupan realmente a los europeos", no se cansa de repetir Rajoy.

Y todo ello sin contar con la otra pata de las negociaciones: el calendario de actuación para avanzar en la tan repetida integración bancaria y fiscal. Precisamente, en el Consejo Europeo de junio de 2012 se aprobó el supervisor bancario del que aún faltan muchos detalles.

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