Los datos de contabilidad nacional muestra que las CCAA aumentaron el gasto público de forma muy sustancial durante la crisis. En concreto, creció en casi 30.000 millones de euros desde 2007, cuando la burbuja económica estaba en su apogeo, hasta alcanzar los 186.474 millones de euros en 2012. El gasto regional se ha disparado un 20% en plena crisis, desmontando así la supuesta austeridad que deberían aplicar las Administraciones Públicas en su lucha contra el déficit.
De hecho, a pesar de las recurrentes críticas y protestas en contra de los "recortes sociales", éstos brillan por su ausencia. El gasto autonómico no sólo ha crecido como consecuencia de los mayores costes financieros (intereses de la deuda) derivados del déficit sino también por el incremento del denominado "gasto social". A diferencia de lo que se suele aducir, los gobiernos regionales han elevado las partidas destinadas a los servicios públicos esenciales a pesar de la crisis.
En este sentido, cabe recordar que las CCAA desarrollan el grueso del "gasto social" en España, a excepción de las pensiones y las prestaciones por desempleo, ya que tienen transferidas las competencias en materia de Sanidad, Educación y Justicia, además de destinar algunos recursos a Seguridad Ciudadana e Instituciones Penitenciarias.
Por un lado, el análisis de los Presupuestos regionales muestra que el dinero destinado al denominado "gasto social" ha aumentado un 7% desde que estalló la crisis, al pasar de 111.718 millones de euros en 2007 a 119.528 millones en 2012 (último ejercicio fiscal consolidado). Es decir, ha crecido en algo más de 7.800 millones de euros en plena crisis.
Por otro lado, en términos relativos, este capítulo ha pasado de representar el 69,6% del gasto autonómico total en 2007 al 68,5% en 2012, pero este descenso no se debe a los recortes -inexistentes durante la crisis- sino al mayor incremento global de los presupuestos regionales durante este período.
Este bloque de "gasto social" se compone de tres capítulos:
- "Producción de Bienes Públicos de Carácter Preferente": Sanidad, Educación y Cultura.
- "Servicios Públicos Básicos": Justicia, Seguridad Ciudadana e Instituciones Penitenciarias, y Política Exterior.
- "Actuaciones de Protección y Promoción Social": ciertas Pensiones y Prestaciones autonómicas, Servicios Sociales y Promoción Social, Fomento del Empleo, Acceso a la Vivienda y Fomento de la Edificación, y ciertos gastos de gestión de la Seguridad Social.
Y dentro de este capítulo, las principales partidas son las correspondientes a Sanidad, Educación, Justicia y Seguridad. El gasto total de estos servicios básicos ha crecido en 7.331 millones de euros desde que estalló la crisis, un 8% más que en 2007, hasta rondar los 99.000 millones el pasado año. Igualmente, su peso relativo en los Presupuestos de las CCAA cae, desde el 57,1% al 56,7%, respectivamente, pero debido al incremento del gasto total.
En concreto, el gasto en Sanidad crece un 6,2% durante la crisis (3.251 millones extra), un 9,4% en Educación (3.232 millones), un 21,4% en Justicia (415) y un 17,2% en Seguridad (433).
Si tan sólo se tiene en cuenta el gasto en Sanidad y Educación, éste aumenta en casi 6.500 millones desde 2007, al pasar de 87.229 millones a 93.712 millones el pasado año. Así pues, estas dos partidas representan más del 80% del incremento que ha registrado el "gasto social" durante la crisis.
Más "recortes sociales" con Zapatero
Por último, uno de los datos más significativos es la diferente evolución que registra este tipo de gastos en los dos últimos ejercicios. El "gasto social" de las CCAA alcanza su máximo histórico en 2010, al superar los 129.000 millones de euros. Desde entonces, se ha reducido en 10.000 millones, aunque sigue siendo mayor que en el apogeo de la burbuja (2007). Sin embargo, el grueso de los denominados "recortes sociales" se concentró en 2011, durante el último año de Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE), ya que dicho gasto cae en casi 6.400 millones respecto al año previo, frente al ajuste de apenas 3.300 millones registrado en 2012, el primer año de Mariano Rajoy (PP) en el poder.
En el caso concreto de Sanidad y Educación, donde se concentra la mayor parte del "gasto scial", sucede algo similar: las autonomías recortaron casi 4.500 millones de euros en 2011, con Zapatero gobernando; mientras que ambas partidas tan sólo descendieron unos 1.500 millones en 2012, bajo el mandato del PP.