La malaria reaparece con fuerza en Venezuela. Por primera vez en 50 años, la enfermedad se está propagando por algunos pueblos y ciudadades del país, más allá de las comunidades rurales ubicadas en la selva amazónica. Según los expertos, podría tardar dos años en revertirse.
De vez en cuando, suele surgir algún caso en las zonas mineras más remotas del país, próximas a la selva, pero Venezuela se declaró libre de malaria en 1960 gracias a la combinación de fumigaciones intensivas, campañas educativas y a la mejora del alcantarrillado, sanidad y vivienda.
Sin embargo, medio siglo después, el mosquito causante de la esta temible enfermedad, que aparece fundamentalmente en zonas con malas condiciones sanitarias y de higiene, ha reaparecido con fuerza y se propaga rápidamente. El principal problema es que por primera vez en cinco décadas está alcanzando centros urbanos como el estado de Miranda o comunidades a solo 45 kilómetros de Caracas. Por el momento, el país ha registrado 24.958 casos de malaria en lo que va de año y todo apunta a que este 2014 se batirá un nuevo récord.
La razón estriba, sobre todo, en los crecientes problemas de salubridad que han surgido en algunas zonas del país y a la mala coordinación sanitaria entre el Gobierno de Nicolás Maduro y las autoridades regionales en manos de la oposición al régimen bolivariano. La Organización Mundial de la Salud urge a Venezuela para que tome medidas con premura y pare una incidencia que cada vez es más elevada.
La enfermedad, que mata anualmente a más de 1 millón de personas, especialmente en África, tarda entre ocho y diez días en manifestarse después de la picadura y se caracteriza por fiebre, escalofríos, vómitos o dolores musculares entre otros. Si no se detecta a tiempo puede producir daños permanentes en el hígado o incluso la muerte.