"Europa nos espera". Esa es la conclusión a la que ha llegado el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en la tribuna del diario Expansión que está de celebración por su XIX aniversario. El artículo de opinión de Rajoy se ha centrado en los retos que deparan a la Unión Europea y la importancia que tienen los próximos comicios del 25 de mayo. Para Rajoy, el "entorno de estabilidad y de desarrollo económico y social" que ha conseguido la Unión Europea en sus casi 65 años de historia "debe derivar en un mercado único y definitivo, particularmente en el sector financiero, la energía o los servicios".
Para el presidente, "la crisis que hemos padecido y que estamos a punto de dejar atrás" ha demostrado que "sin un tipo de cambio propio -que no permita devaluar la moneda-, los ajustes económicos nacionales, mediante reformas estructurales, pueden resultar más difíciles a corto plazo". En ese sentido, Rajoy reconoce que la Unión ha conseguido "lo que muchos daban por imposible": avanzar en una integración en el sector financiero, que será una realidad en octubre. Asimismo, se ha logrado cimentar el papel del Banco Central Europeo en aras de otorgarle el rol de supervisor único.
Aún con tales éxitos, Mariano Rajoy entiende que si se quiere evitar que los Estados miembros sufran situaciones económicas asimétricas, como la actual, debe ser un imperativo político avanzar a un sistema de disciplina fiscal único, mediante un presupuesto general a nivel comunitario. Lo que necesariamente implica un hecho no tan amable para alguno de nuestros socios europeos: "Una deuda pública europea".
Para conseguir ese objetivo, hoy por hoy difícil, el presidente del Gobierno hace hincapié en conseguir primero una unión política para poder seguir avanzando en la unión fiscal. No puede haber lo uno sin lo otro. El fruto de estas políticas hará, para el presidente del Gobierno, que "las crisis sean menos costosas en términos de crecimiento y creación de empleo".