Menú
José T. Raga

Otra política económica

La economía es una ciencia de lo real, por lo que no es lugar para los iluminados ni para los milagreros.

Son casi infinitas las alternativas a las que se enfrenta la definición de una política económica. Todas ellas, sin embargo, deben pasar por un test de viabilidad, que es tanto como decir de realismo. Lo otro equivaldría a montarse en un vehículo con destino a ninguna parte, riesgo éste que no se debería permitir ningún político, aunque careciese de escrúpulos a la hora de engañar a sus conciudadanos.

La economía es una ciencia de lo real, por lo que no es lugar para los iluminados ni para los milagreros. Escarmentado debería estar nuestro planeta, y no sólo la vieja Europa, de los conflictos que han derivado de las ideas llevadas a la práctica de unos y de otros. Diseños ausentes de realidad, hábilmente vendidos, han conformado revoluciones que sólo han conseguido la destrucción, porque, en el mundo real, lo que no puede ser, simplemente, no es.

Estaba interesado en que se fuera desgranando el modelo político-económico para conocer, con más detalles, el camino que están trazando los que se están dando en llamar Podemos. Mi interés, tengo que decirlo con honestidad, es saber si realmente pueden, o si su apelativo no pasa de ser un farol que se oscurecerá por falta de energía; me refiero a la energía que ilumina y no a la que crispa y enloquece.

Por ello he esperado a conocer algún detalle, más allá de la palabrería que adorna a sus comparecencias públicas. Mi desazón es que, cuando creía haber llenado mi curiosidad, veo que de nuevo me dejan a medio camino.

Compruebo que han calculado el importe del objetivo de la renta básica en 145.000 millones de euros. No voy a discutir la cifra, porque tanto me da que sea cierta como que la real fuera el doble o la mitad. Lo que necesito saber es de dónde se piensa sacar. Mucho me temo que sea incrementando el gasto; y, si así fuera, con qué nuevo impuesto o incremento de los actuales piensan financiarlo.

A lo mejor piensan resolverlo a través de ese nuevo modelo monetario que proponen: una nueva moneda para el sur de Europa. Entiendo que se trata de una moneda manipulable, no como ese maldito euro que no nos permite maniobrar con él. De la nueva moneda también me faltan muchos detalles; soy víctima de esa manía de no dar información que permita un mínimo conocimiento necesario para conocer lo que se pretende. Hoy, sin embargo, me sentiría satisfecho con su aclaración de si en el modelo monetario propuesto esperan que sean ellos mismos quienes gobiernen el banco emisor. De ser así, mis dudas quedarían desvanecidas y a lo mejor hasta encontraría congruencia y racionalidad a sus programas.

De todos modos, mi urgencia por los detalles lo es para, en su caso, preparar el pasaporte adecuado que me conduzca a un país lejano, al que no lleguen noticias de lo que ocurre en el mío.

Temas

En Libre Mercado

    0
    comentarios