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Los efectos del fracking: pleno empleo y el doble de salario

La renta per cápita en Dakota del Norte rondaba los 36.000 dólares en el año 2000, hoy roza los 69.000 gracias a la revolución del fracking.

La renta per cápita en Dakota del Norte rondaba los 36.000 dólares en el año 2000, hoy roza los 69.000 gracias a la revolución del fracking.

La producción doméstica de petróleo en Estados Unidos ya supera las importaciones de crudo que realiza el país norteamericano. En lo que va de 2014, la producción doméstica diaria excede las importaciones en más de un millón de barriles de petróleo. Semejante vuelco energético se ha producido en menos de un lustro, de la mano del fracking.

El territorio de la Unión en el que más se está haciendo notar este cambio de paradigma es Dakota del Norte. La revista TIME apunta que dicho Estado se ha colocado "a la cabeza del nuevo modelo, constituyéndose como un nuevo El Dorado y generando una promesa de crecimiento futuro que, al mismo tiempo, también alimenta ciertas dudas".

Los datos oficiales muestran que la producción en Dakota del Norte ya se ha situado por encima de la cifra mágica del millón de barriles diarios. Solamente Texas ha conseguido colocarse sobre dicho umbral, mientras que Alaska, California y Louisiana, que en su día sí lo habían logrado, no han parado de perder terreno.

El caso es que Dakota del Norte no pierde el pulso. Hace cinco años, de acuerdo con el Departamento de Recursos Minerales, la producción de petróleo en Dakota del Norte se situaba en los 200.000 barriles al día; para 2013, esta cifra ya era de casi 800.000, y en el presente 2014 el promedio se sitúa en 1.002.445. Las perspectivas de futuro son aún más prometedoras, ya que se espera que la producción alcance el millón y medio de barriles diarios en 2017.

Pleno empleo y sueldos elevados

¿Qué consecuencias ha tenido este cambio de tercio? De entrada, Dakota del Norte se ha convertido en el Estado del país del Tío Sam que registra un mayor crecimiento económico. A esto se une una situación de pleno empleo, en la que el paro es del 2,6%, tres veces por debajo de la media nacional.

Hay ciudades en las que el impacto del fracking ha sido aún más beneficioso. Quizá el mejor ejemplo es Willinston, una ciudad ubicada en el corazón de los nuevos campos petrolíferos de Dakota del Norte. Dicha población registra hoy un desempleo inferior al 1%.

El boom energético ha generado, por tanto, un boom económico que ha permitido, además, una intensa creación de empleo. Las cifras son aún más significativas teniendo en cuenta que la población de Dakota del Norte está aumentando como consecuencia del fenómeno apreciado en los últimos años. Por ejemplo, el número de habitantes de Williston se ha duplicado entre 2010 y 2014. Atendiendo a las tasas devengadas de la construcción de nuevas viviendas, la actividad inmobiliaria en la ciudad es hoy dos veces más intensa que hace apenas dos años.

Los salarios también se benefician de este nuevo paradigma. Los nuevos contratos de personal de la cadena de grandes almacenes Wal-Mart están cerrando sueldos de $17,4 dólares/hora, frente al salario mínimo de $7,25 dólares/hora que fija el Gobierno federal. Trasladando el ejemplo a España, hablamos de empleos que, normalmente, tendrían una retribución de entre 700 y 900 euros, pero que, tras el vuelco mencionado, pasarían a moverse entre los 1.680 y los 2.160 euros.

Los retos del crecimiento

De acuerdo con la revista TIME, los problemas que plantea este boom socioeconómico pasan, en primer lugar, por la falta de espacios residenciales y, en segundo término, por la necesidad de adecuar las ciudades a la nueva situación. Por otro lado, es imprescindible que las instalaciones energéticas de Dakota del Norte sigan actualizándose para evitar un parón en la producción.

Este segundo punto supone un reto sustancial, por lo que ya se están desarrollando dos nuevas refinerías. En cualquier caso, aunque la logística actual ya se ha quedado corta, los empresarios del sector energético han sabido adaptarse a la situación, apostando por transportar el crudo vía oleoductos o líneas ferroviarias.

La riqueza de Dakota del Norte se dispara

En el año 2000, este Estado ocupaba el octavo puesto por la cola en la tabla que clasifica a los territorios de la Unión según su PIB per cápita real. La cifra registrada por aquel entonces era de $35.738 dólares, un 20% por debajo de la media nacional. Por aquel entonces, Dakota ya era un Estado productor de petróleo, pues figuraba en el noveno puesto de la tabla nacional, si bien sus 33 millones de barriles por ejercicio apenas suponían el 1,5% del total nacional.

Siete años después, justo antes del comienzo de la Gran Recesión, las cosas habían mejorado ligeramente: el PIB per cápita ya era de $44.668 dólares, si bien esta cifra seguía siendo un 9% inferior a la media nacional; en cuanto a la producción petrolera, la cifra anual de barriles generados en Dakota del Norte ya suponía el 2,4% del total nacional.

Fue entonces cuando el sector privado de Dakota del Norte consiguió aplicar con éxito las nuevas tecnologías de perforación y extracción. Entre 2007 y 2012, la producción de crudo se multiplicó por cuatro. Desde entonces, los niveles registrados ya superaban a Alaska y a California. Como consecuencia, el PIB per cápita real está ya en niveles de $68.800 dólares, más de un 30% por encima de la media estadounidense.

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