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Varufakis, un experto 'jugador de poker' para negociar con la troika

El ministro de Finanzas griego, protagonista en la renegociación del rescate, es un experto en teoría de juegos.

El ministro de Finanzas griego, protagonista en la renegociación del rescate, es un experto en teoría de juegos.

La nueva partida entre Atenas y el resto de socios comunitarios (Eurogrupo) comenzó el mismo día en que Syriza se hizo con el poder en Grecia. Desde entonces, ambas partes vienen desarrollando un arriesgado juego, de cuyo resultado dependerá, en gran medida, el futuro del país heleno, pero también la configuración del euro.

Deutsche Bank resume los tres posibles escenarios en el siguiente gráfico:

  • Primera opción: Atenas insiste en impagar la deuda y en revertir la senda de ajustes y reformas acordada con la troika. Fuerza la cuerda hasta tal punto que, finalmente, acabaría saliendo del euro (Grexit). Esto tendría un impacto (contagio) entre los países más débiles de la Unión, obligando a activar los distintos salvavidas europeos para contener la tormenta, como es el Fondo de rescate comunitario (ESM) o la compra condicionada de deuda por parte del Banco Central Europeo (OMT).
  • Escenario base: Grecia y la troika alcanzan un nuevo compromiso, ambas partes ceden en algo y logran renovar el plan de rescate. No hay grandes repercusiones en la zona euro.
  • Tercera opción: la troika cede casi por completo a las reivindicaciones de Atenas. La quita y la anulación de las reformas estructurales, a costa de extender el rescate de forma ilimitada (con el dinero de los contribuyentes europeos), desencadenan, igualmente, un efecto contagio entre los países más débiles. Otros gobiernos exigirían el mismo trato, socavando con ello la estabilidad y supervivencia de la zona euro a medio y largo plazo.

La cuestión es que, al inicio de este particular baile, unos y otros juegan sus cartas con el fin de ganar la partida de forma unilateral, descartando la posibilidad de empate (escenario base). Basta observar los primeros movimientos de Grecia, por un lado, y sus acreedores, por otro, para percatarse de que, hoy por hoy, mantienen posiciones antagónicas para tratar de llevarse el gasto al agua.

La postura de Grecia

  • Syriza escogió como aliado de gobierno a la germanófoba derecha nacionalista (Griegos Independientes), con la que comparte un rechazo frontal a la austeridad y las reformas, avanzando con ello una línea dura frente a la troika, en lugar de pactar con los moderados y europeístas de To Ponami.
  • El primer ministro griego, Alexis Tsipras, protagonizó un par de desaires a la UE muy relevantes en su primer día de gobierno, reuniéndose con el embajador ruso y acudiendo a un memorial sobre la ocupación nazi (indirecta a Alemania).
  • Syriza anunció la semana pasada que pondría de inmediaro en marcha algunas de las medidas que incluye su programa, como la subida del salario mínimo, la paralización de las privatizaciones, la contratación de nuevos funcionarios, el aumento de las pensiones, un plan urgente de gasto para financiar la factura de la luz a 300.000 familias... En la práctica, este tipo de medidas han convertido los memorando de rescate en mero papel mojado, desafiando de forma clara a la troika.
  • El plato fuerte llegó el pasado viernes, cuando el ministro de Finanzas heleno, Yanis Varufakis, anunció delante del presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, que Grecia no reconocía a la troika como interlocutora válida y, además, rechazaba el siguiente tramo del rescate. La tensión entre ambos fue manifiesta y, al parecer, Dijsselbloem susurró lo siguiente al oído de Varufakis: "Acaba de matar a la troika".

La postura de los acreedores

  • Por otro lado, aunque Francia es la más dispuesta a negociar y ceder ante Grecia y la Comisión Europea incluso se muestra dispuesta a desmantelar la troika (el órgano que agrupa a Bruselas, BCE y Fondo Monetario Internacional) en el marco de las negociaciones con el nuevo Gobierno heleno, el bloque más importante es el que lidera Alemania, ya que es el principal acreedor oficial de Atenas, además del mayor contribuyente de la UE.
  • Berlín, por el momento, mantiene firme en su postura: ni quitas ni incumplimiento de los acuerdos vigentes. Alemania estaría dispuesta a alargar los plazos de vencimiento y rebajar el tipo de interés, pero descarta aplicar una reducción nominal de la deuda e insiste en la necesidad de hace reformas y ajustes para que Grecia pueda crecer sobre bases sólidas.
  • El BCE, por su parte, advierte de que si Atenas y la troika no alcanzan un acuerdo sobre la renovación del recate, cuya vigencia expira el próximo 28 de febrero, cortará la financiación a la banca helena, desatando el consiguiente corralito.

Varufakis, experto en teoría de juegos

Dada la delicada negociación que ha reabierto Atenas, no es casual la elección del nuevo ministro de Finanzas, Yanis Varufakis, como interlocutor antes los acreedores. Y es que, además de economista, es experto en teoría de juegos.

Tal y como explica Tony Aspromourgos, profesor que coincidió con Varufakis en la Universidad de Sydney, la "teoría de juegos analiza la lógica y la estrategia de las interacciones entre los jugadores". La posición que mantienen hoy Grecia (y otros países periféricos) y la clase política europea es, sin duda, una cuestión de estrategia. "Es un juego de póker de elevadas apuestas políticas por parte de ambos jugadores", sin descartar que puedan ir de farol.

De hecho, la partida entre Grecia y el resto de socios recuerda, una vez más, al clásico juego del gallina: la competición de coches en la que dos participantes conducen un vehículo en dirección a la del contrario, y el primero que se desvía de la trayectoria pierde y es acusado de cobarde (gallina). El juego, básicamente, consiste en crear presión psicológica hasta que uno de los participantes se echa atrás.

Tal y como en su día explicaba el economista Luis Garicano, "en este tipo de juegos, la clave para predecir la solución es la credibilidad. Si un conductor es un chulo, o si un conductor se ata las manos, o destruye su freno, gana, porque el otro, viendo que sus únicas opciones son morir o perder, elige perder". Desde este punto de vista, Grecia desafía a Bruselas, confiando en que no será expulsada del euro, mientras que el Eurogrupo y, sobre todo, el BCE amenazan con desatar el caos (corralito y salida) para que Atenas se pliegue.

El juego del gallina

Tal y como recoge Gurusblog, la matriz de decisiones del juego del gallina es el siguiente:

Los jugadores una vez entran en el juego tienen dos opciones. Apartarse o Seguir. Si el jugador rojo se aparta y el azul se aparta ambos pierden, hacen el ridículo y para eso mejor que no hubieran jugado. Si el jugador azul se aparta antes que el rojo, el primero pierde y queda como un gallina y el segundo gana, y viceversa […] El problema es que si ambos jugadores optan por la opción ganadora de seguir pase lo que pase, la convierten automáticamente en una opción perdedora, ya que acarrea la muerte o el desastre.

La única forma que tienes de ganar el juego es que el otro jugador se comporte de forma no racional y opte por perder y apartarse antes que tú. Para lograrlo tienes simplemente que eliminar la opción que tiene el otro jugador de ganar de la matriz de decisiones. Por ejemplo, arrancando el volante del coche y arrojándolo ostensiblemente por la ventana […] Al arrancar el volante estás eliminando de la matriz de decisiones la columna que permitía al otro jugador tomar la decisión racional de seguir para ganar el juego. Ahora ya no tiene la posibilidad de ganar, sólo puede o quedar como gallina o morir por lo que su decisión más racional será abandonar.

Pero en el actual tablero de la política europea, la situación es mucho más compleja porque, para empezar, hay más de dos jugadores. La estrategia que pretende llevar a cavo Atenas es conseguir alianzas con otros países del euro para configurar un bloque común y más sólido frente al grupo de países ricos y ortodoxos que lidera Alemania.

De ahí, precisamente, que Tsipras haya iniciado una gira por distintos países de Europa con el fin de retomar las negociaciones sobre el rescate. El primer ministro griego afronta una semana crítica con una gira por las capitales europeas para trasladar sus propuestas económicas a los socios, en un momento de máxima urgencia por retomar las negociaciones, ya que la prórroga del rescate expira a finales de este mes.

Tsipras se reunirá el martes con el primer ministro italiano, Matteo Renzi, aunque antes visitará Chipre, y el miércoles con el presidente francés, François Hollande. En estos encuentros Tsipras tratará de recabar apoyos sobre las propuestas económicas que su Gobierno expondrá a Bruselas, pues el miércoles también ve será con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker. El primer ministro griego ya ha tratado de apaciguar los ánimos en Europa a través de conversaciones telefónicas con representantes de la Unión Europea (UE) en que ha reiterado que su Gobierno no va a emprender acciones unilaterales, sino que tiene la intención de sentarse a negociar.

Varufakis, por su parte, también ha emprendido su propia ronda de contactos con los ministros de Finanzas europeos y ya se encuentra en París, donde esta lunes se reunirá con su homólogo, Michel Sapin, y en los próximos días visitará Londres y Roma. El juego ya ha empezado.

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