Tiene sólo una mesa y acepta sólo a dos comensales por servicio a los que dedicará toda su atención. Así es Solo Per Due, el restaurante más pequeño del mundo. Este curioso negocio está ubicado en Vacone, una localidad italiana de la región de Lazio situada a unos 70 kilómetros de Roma.
La experiencia está concebida exclusivamente para los más románticos. El edificio que alberga el restaurante es del siglo XIX y está rodeado por unos jardines con varios tipos de palmeras procedentes de todas las partes del mundo. Desde que los enamorados ponen el primer pie en sus terrenos, un camino de velas se encarga de conducirles a su mesa. Cuando se sientan en la mesa, las luces se apagan y se encienden los candelabros.
El modelo de negocio del restaurante es conseguir que sus clientes se sientan en la más absoluta intimidad, por eso, el camarero sólo acudirá a atenderles cuando éstos lo reclamen a través de una campana de plata. Todo el mobiliario de este restaurante está reducido a una sola pareja: dos butacones en el salón frente a la chimenea, dos sillas y una mesa en el jardín para tomar el aire...
Como la exclusividad se paga, el menú, que es cerrado, tiene un precio de 250 euros por persona. El champán, los vinos y los detalles florales para las señoras no están incluidos en el precio. La cocina es estrictamente italiana, con ingredientes frescos, que van variando según la temporada del año.
Si lo desean, los comensales pueden personalizar los detalles de este original plan, como la música de fondo, contratar fuegos artificiales en el jardín o una lujosa limusina que les traslade desde Roma. Eso sí, si les apetece conocerlo, dense prisa en reservar porque hasta 2016 no hay fecha disponible.