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La 'clase media' hotelera, en peligro por el auge del 'low cost' y del lujo

La revolución low cost y la aceleración de la inversión en hoteles de lujo obligan a las cadenas del sector a reinventarse.

La revolución low cost y la aceleración de la inversión en hoteles de lujo obligan a las cadenas del sector a reinventarse.
Habitación de hotel | Corbis

La recuperación económica española va de la mano de una aceleración de la inversión en el sector hotelero. De acuerdo con la consultora inmobiliaria JLL, 9.000 habitaciones cambiaron de manos en el primer trimestre de 2015.

Los desembolsos registrados durante el periodo observado fueron casi un 80% mayores que los datos de inversión para 2014. Frente a los 617 millones de euros que se movilizaron durante el arranque de 2015, las cifras de 2014 para enero-marzo se quedaban en 346 millones.

Según el informe de JLL, "la principal diferencia es que los operadores especializados están volviendo a comprar. En los próximos meses va a empezar a verse un mayor movimiento por parte de fondos y otros vehículos de inversión que buscan oportunidades".

Madrid, protagonista

También seguros alemanes y franceses o fondos de pensiones están centrándose en el mercado premium de Madrid y Barcelona, de acuerdo con el documento de la consultora.

A lo largo del último año, capital de España ha protagonizado dos grandes "bombazos" para el sector: el Proyecto Canalejas y la remodelación del Edificio España. Esta apuesta por el segmento de lujo no es un fenómeno aislado: en EEUU, Bloomberg informó recientemente de los intensos movimientos que se están dando en el ámbito de los hoteles de élite.

De acuerdo con Bloomberg, cadenas como JW Marriott o Ritz Carlton están cerrando operaciones valoradas en miles de millones de dólares. El milmillonario John Paulson o el fondo Blackstone también han protagonizado movimientos similares.

Airbnb revoluciona el sector

Este apetito inversor en el ámbito de los hoteles de lujo convive con la revolución low cost que han impulsado plataformas como Airbnb. La red social de alquiler vacacional de viviendas turísticas se ha convertido ya en la empresa hotelera más grande del mundo, según el número de camas ofertadas.
Curiosamente, Airbnb ha llegado a este liderazgo gracias a su sistema web de reservas, ya que en realidad no posee ninguno de sus activos (son viviendas de particulares). Esta ausencia de capital inmobiliario no ha evitado que la valoración de la empresa supere los 20.000 millones de dólares, dos veces más que los 10.000 en los que se movía a comienzos de 2014.

¿Cómo adaptarse a la competencia low cost?

El "boom" de plataformas como Airbnb no es un fenómeno aislado. Empresarios del sector como Kike Sarasola son conscientes de lo que está ocurriendo y han movido ficha. El fundador de la cadena Room Mate ha empezado a comprar apartamentos turísticos en ciudades como Madrid, Barcelona, Málaga, Salamanca, Granada...
Sarasola enmarca esta apuesta en su nuevo proyecto Be Mate, con el que pretende "fusionar la libertad de alojarse en una vivienda turística con los servicios hoteleros que más necesitan los clientes: conserjería las 24 horas del día, recogida y entrega de llaves, consigna de maletas...".
Esta no es la única operación que ha cerrado el empresario en este ámbito. A comienzos de 2015 se publicó que había comprado la empresa Alterkeys, especializada en consumo colaborativo. Dicha plataforma incluye una oferta de más de 100.000 apartamentos turísticos en toda Europa, de los que 10.000 están en España.

La "clase media" hotelera, en la encrucijada

Proyectos como los anteriores obligan a reflexionar sobre el rumbo del sector hotelero. Parece claro que el segmento más exclusivo apuesta por salir de la crisis a golpe de inversión: la experiencia premium se une al circuito de conferencias para asegurarse el futuro. También parece evidente que en el segmento más barato ha aparecido la revolución del alojamiento en apartamentos turísticos: plataformas como Airbnb y proyectos como el de Kike Sarasola van en esta dirección.

La pregunta es qué ocurrirá con las cadenas que sitúan su oferta en lo que podríamos considerar "clase media" del sector. NH Hoteles ha decidido alejarse de este tramo y acercarse al segmento de mayores precios: según la cadena, "si das cacahuetes, vendrán monos", polémica sentencia con la que explican una subida de hasta el 40% en los precios de las habitaciones.

Por su parte, Kike Sarasola tiene claro que "nadie podrá prohibir las nuevas herramientas tecnológicas que cambian el mercado. Ya no hay vuelta atrás y sólo queda adaptarse".

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