Escalofriante informe el que acaba de publicar un grupo de periodistas afiliado al Consorcio Internacional de Periodismo de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés). De acuerdo con el estudio en cuestión, 3,4 millones de personas se han visto desplazadas o han perdido su modo de subsistencia como consecuencia de la falta de control en los proyectos que financia el Banco Mundial.
La investigación, generada a partir del trabajo de más de cincuenta periodistas, ha revelado continuas violaciones de los estándares de acción fijados por las reglas del Banco Mundial para sus proyectos de ayuda al desarrollo. Impulsar estas iniciativas en países como China, Brasil, Perú, India o Etiopía habría tenido consecuencias nefastas en las comunidades locales, de acuerdo con el informe.
Parte de estos escándalos han ocurrido de la mano de la Corporación Financiera Internacional, una filial del Banco Mundial cuya polémica trayectoria ya fue analizada en profundidad por Libre Mercado hace algunos días.
Tal y como publicó este periódico, apenas el 13% de los proyectos que impulsa este organismo tienen un impacto positivo en el desarrollo de las comunidades a las que se pretende auxiliar.
El Banco Mundial financia proyectos de alto riesgo
El propio Banco Mundial, rodeado por los escándalos, se ha visto obligado a dar la cara. Su presidente, Jim Yong Kim, ha reconocido que tiene una "gran preocupación" ante las informaciones que están saliendo a la luz.
En el caso del informe del Consorcio Internacional de Periodismo de Investigación, vemos que entre el 20 y el 30 por ciento de los proyectos de desarrollo ejecutados por el Banco Mundial entre 2004 y 2013 habrían causado desplazamientos de personas.
Hay más: también se estima que, entre 2009 y 2013, el Banco Mundial consignó 50.000 millones de dólares a proyectos con alto riesgo de impacto social o medioambiental. Solamente en Vietnam, los proyectos energéticos o hidrológicos diseñados por los funcionarios de este organismo multilateral habrían desplazado a 1,2 millones de personas.
Un caso especialmente llamativo es el del gobierno de Etiopía. En este caso, los políticos del país africano habrían desviado millones de dólares de estos fondos de ayuda al desarrollo. ¿Qué destino tuvieron estos desembolsos? Según la investigación que ahora sale a la luz, se habrían consignado a una violenta campaña que forzó el desplazamiento de miles de ciudadanos.
A tenor del trabajo periodístico, no se puede decir que el Banco Mundial se esté tomando las advertencias con el debido rigor: aún después de que se denunciasen estas malas prácticas, hay constancia de que se siguió financiando a quienes perpetraban estos abusos contra los derechos humanos.