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El miedo a Carmena paraliza la inversión en Madrid

Solamente la paralización de la Operación Chamartín "tiraría a la basura 6.000 millones de euros y 120.000 nuevos empleos".

Solamente la paralización de la Operación Chamartín "tiraría a la basura 6.000 millones de euros y 120.000 nuevos empleos".
Empresas e inversores reaccionan ante las propuestas de Manuela Carmena

La inquietud empresarial que han generado las elecciones municipales y autonómicas del pasado 24 de mayo no para de crecer. Así quedó claro en la cumbre financiera que acaba de celebrarse en la capital española con el auspicio del despacho de abogados Cuatrecasas, la consultora inmobiliaria Jones Lang Lasalle y la asesoría de riesgo Willis.

A lo largo de la jornada, más de dos centenares de profesionales ligados a fondos de inversión y entidades de capital riesgo dejaron claro su nerviosismo ante el auge de la izquierda radical. "La recuperación económica española no es compatible con un escenario de inestabilidad política", advierte a este periódico un inversor inmobiliario que estuvo presente en la cita.

Esa preocupación explica que muchos inversores hayan decidido paralizar su apuesta por España hasta conocer el resultado de las próximas Elecciones Generales. "Ya estamos sufriendo las consecuencias, porque muchos proyectos de inversión que estaban listos para ejecutarse pasan ahora a una cuarentena de la que solamente saldrán si volvemos a un escenario de estabilidad política", reconoce un analista a Libre Mercado.

El Banco de España ya constató el miedo a la incertidumbre político con su último boletín, en el que explicó que los inversores sacaron de España casi 20.000 millones de euros a lo largo del pasado mes de marzo. El grueso de esta salida de capitales se compone de inversiones de cartera que han abandonado nuestro país.

Como explicó Francisco Azorín en este mismo diario, firmas como Goldman Sachs o UBS estarían preparando ya sendos informes sobre el creciente "riesgo país" que registra España. En RBS no han tardado mucho en reaccionar y ya advierten que "un pacto entre PSOE y Podemos hará que los mercados cuestionen el compromiso de España con las reformas y la estabilidad fiscal".

En Merrill Lynch Bank of America también ven con escepticismo el nuevo marco político, advirtiendo que nuestro país aún acumula importantes desequilibrios económicos. JP Morgan va en la misma línea y llega a sugerir un acuerdo PP-PSOE como posible remedio a la inestabilidad política consagrada el 24 de mayo en las urnas. Cabe recordar que dicha entidad desaconsejó hace un año comprar deuda pública por el aumento del "riesgo país" ligado al crecimiento de la formación de Pablo Iglesias.

Otro gigante financiero que también está reaccionando es Blackstone: fuentes consultadas por este periódico afirman que los ejecutivos del gigantesco fondo estadounidense habrían pedido a su división ibérica que evalúe el nuevo escenario político de cara a plantear qué apuestas siguen adelante y qué proyectos se quedarán en la recámara, a la espera de un escenario más favorable.

La visión de las agencias de calificación va en esta línea. Fitch ya se ha pronunciado públicamente, anunciando que el resultado electoral del pasado 24 de mayo "pone en riesgo el cumplimiento de los objetivos de déficit". Por su parte, Moody's habla de "elementos de incertidumbre" que generan "dificultades" para la adopción de reformas económias.

Hay algunas entidades que hacen una lectura algo menos pesimista. Es el caso de Citi o Berenberg, que entienden que el respaldo electoral recibido por PP, PSOE y Ciudadanos es suficiente como para confirmar que el auge de Podemos no es suficiente como para lograr un triunfo en las Elecciones Generales.

El Ibex mueve ficha

Si en los círculos financieros nos encontramos con un panorama desolador, las cosas no están mucho mejor en los despachos de las grandes empresas españolas.

Un buen ejemplo lo tenemos entre los impulsores de Castellana Norte: fuentes cercanas al proyecto han explicado a Libre Mercado que la intención de Manuela Carmena de paralizar esta actuación "tiraría a la basura una inversión de 6.000 millones de euros y 120.000 nuevos empleos". Los nervios en las grandes casas del Ibex 35 están justificados. Entidades como CaixaBank, Bankia o Banco Santander acumulan 1.866 millones de euros en deuda municipal de Madrid, lo que explica que las quitas selectivas que propone Ahora Madrid hayan causado escalofríos en los despachos de la banca española.

Otra medida propuesta por Manuela Carmena que también ha sembrado la desconfianza empresarial es la de "remunicipalizar los servicios públicos", es decir, acabar con la gestión privada de las tareas de alumbrado, limpieza, recogida de residuos o mantenimiento urbano. Empresas como Ferrovial, Sacyr, OHL, FCC, ACS, Acciona o Eulen gestionan en la actualidad estos contratos, valorados en más de 5.200 millones de euros. Los más optimistas esperan que el PSOE sea capaz de ejercer una influencia moderadora en los planes de las candidaturas afines a Podemos. Sin embargo, también hay un creciente desanimo con los socialistas, sobre todo ante los bandazos que ha dado Pedro Sánchez a la hora de fijar la relación de su formación con los nuevos partidos de izquierda radical.

En cualquier caso, unos y otros coinciden en que el ritmo de inversión "se ha paralizado" a la espera de un escenario político más favorable. Lo que significa que el impulso económico necesario para recuperar el empleo perdido podría detenerse en los próximos meses.

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