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Tsipras, en la cuerda floja: Grecia avanza hacia nuevas elecciones anticipadas

Grecia aprueba el tercer rescate, pero Tsipras se someterá a una moción de confianza. Si pierde, habrá elecciones anticipadas.

Grecia aprueba el tercer rescate, pero Tsipras se someterá a una moción de confianza. Si pierde, habrá elecciones anticipadas.

Se esperaba desde hace tiempo, pero se ha materializado este viernes. El complejo dilema al que se enfrentaba el primer ministro heleno, Alexis Tsipras, está próximo a resolverse, tal y como avanzó Libre Mercado.

El Parlamento griego acaba de aprobar el tercer programa de rescate acordado con las instituciones europeas tras largos meses de incertidumbre y caos, debido al fallido órdago que Syriza lanzó a la troika el pasado enero, nada más llegar al poder. Sin embargo, la aplicación del plan de ayuda sigue en el aire, ya que el Gobierno de Tsipras podría tener los días contados, abriendo así un nuevo período de inestabilidad, tanto política como económica, en el país heleno.

El primer ministro se enfrentaba a una disyuntiva casi irresoluble: o bien cumplir su programa electoral y jugarse la salida del euro o bien tragarse sus promesas y aceptar la impopular receta de austeridad y reformas que exige la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) para seguir recibiendo financiación y, de este modo, evitar la quiebra.

Tsipras, aconsejado por el polémico exministro de Finanzas Yanis Varufakis, optó por la primera opción hasta el pasado julio, llevando al límite la negociación con sus acreedores bajo la creencia de que, al final, la troika acabaría cediendo a sus exigencias con tal de evitar la trágica ruptura del euro, obteniendo así un rescate indiscriminado, sin condiciones, y una quita sobre la deuda. Su última carta fue la convocatoria del polémico referéndum y el consiguiente rechazo del pueblo griego a las condiciones del rescate.

El problema, sin embargo, es que no coló. Alemania, con el firme apoyo de otros países del norte de Europa, no cedió al chantaje y abrió la puerta de la salida del euro a Grecia. Tras tener que decretar el corralito bancario a finales de junio, y ante la inminente expulsión de la moneda única, Tsipras, finalmente, dió marcha atrás y aceptó todas y cada una de las estrictas condiciones que días antes habían rechazado los griegos en las urnas.

Grecia evitó en el último momento el regreso al dracma, sí, pero a cambio de jugarse el cargo y, por tanto, la convocatoria de nuevas elecciones, debido a la fuerte división interna que ha levantado en Syriza la aceptación del rescate.

Moción de confianza y elecciones

Dicho y hecho. El tercer programa de asistencia internacional, y sus exigentes condiciones, ha sido aprobado este viernes por el Parlamento de Grecia con una amplia mayoría: 222 votos favorables, 64 en contra, 11 abstenciones y 3 ausencias en una Cámara con un total de 300 diputados. Pero la clave es que la luz verde sólo ha sido posible gracias al apoyo de los partidos de la oposición, no a las formaciones que mantienen al Gobierno en el poder.

La coalición que respalda a Tsipras tiene 162 diputados (149 de la izquierda radical de Syriza y 13 de la derecha nacionalista de Anel), pero tan sólo ha recibido el respaldo de 118 para aprobar el rescate, por debajo de la mayoría parlamentaria (151 escaños), pero, aún más importante, por debajo del umbral mínimo que marca la ley para garantizar la estabilidad política en el Parlamento (120). Un total de 32 diputados votaron en contra del acuerdo, mientras que 11 se abstuvieron y otro no se presentó.

Como consecuencia, Tsipras se someterá a una moción de confianza a partir del próximo 20 de agosto, cuando Grecia debe devolver 3.400 millones de euros al Banco Central Europeo. La Constitución helena establece que, para solventar este tipo de votación, un Gobierno necesita lograr el apoyo de una mayoría absoluta de los diputados presentes en el momento de la votación (151), pero este umbral, además, no puede ser nunca inferior a los dos quintos de la Cámara, es decir, 120 diputados.

El problema es que Tsipras sólo ha conseguido este viernes 118 votos favorables, por debajo del mínimo de 120 que necesitaría el actual Gobierno para sobrevivir. Algunos de los diputados que han votado en contra del rescate ya han anunciado que respaldarán a Tsipras y a su Gobierno. Sin embargo, los principales partidos de la oposición, con Nueva Democracia a la cabeza, afirman que votarán en contra.

Si no alcanza un mínimo de 151 votos, Tsipras se vería obligado a dimitir y a convocar elecciones anticipadas antes de que acabe el año, paralizando así la implementación del rescate recién aprobado y abriendo un nuevo período de incertidumbre de consecuencias imprevisibles.

De hecho, en caso de que se celebren elecciones anticipadas, se da por hecho que el ala más radical de Syriza, contraria al rescate y favorable a abandonar el euro, concurriría bajo las siglas de un nuevo partido. Este grupo de diputados díscolos contaría, en principio, con el apoyo de más de 30 diputados de Syriza.

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