Una cosa es el sueldo que perciben los trabajadores en su nómina y otra muy distinta es el desembolso total que hacen los empresarios para mantener dichos puestos de trabajadores. Esta segunda variable se define como "coste laboral".
A menudo, la decisión de contratar o despedir viene marcada por este indicador. Es por eso que, a la hora de hablar del problema de desempleo que tiene España, es preciso hablar de costes laborales más que de niveles salariales.
Si hacemos este ejercicio a partir de los datos que acaba de presentar el Instituto Nacional de Estadística (INE), encontramos que el desembolso total medio que hacen los empresarios españoles asciende a la friolera de 2.456 euros por trabajador, un 0,3% más que el pasado año.
De esa cifra, ¿qué parte refleja el salario y qué parte son los costes fiscales del empleo? Según los informes del INE, la paga que reciben los trabajadores ascendería a 1.810 euros por mes. Si se excluyen variables como las pagas extraordinarias, este montante se quedaría en 1.644 euros.
Los otros costes
Los otros costes que sufraga el empresario suponen, de media, la friolera de 647 euros por trabajador y mes. Aquí entran las diversas cargas fiscales que se aplican al trabajo, incluyendo las cotizaciones sociales, que suponen 591 euros por mensualidad.
El segundo punto con mayor peso en los costes laborales son las indemnizaciones por despido, los pagos por desempleo parcial o los gastos consignados a prestaciones sociales.