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Rajoy admite que España también incumplió el déficit en 2015: 4,5% del PIB

El presidente en funciones afirma que el agujero fiscal ascendió al 4,5% del PIB, por encima del objetivo del 4,2% marcado por Bruselas.

Era previsible y ahora lo acaba de confirmar el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy. En la rueda de prensa posterior a su encuentro con el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, el popular ha anunciado que España cerró el pasado año con un déficit público del 4,5% del PIB frente al objetivo del 4,2% acordado con Bruselas.

El incumplimiento, de hecho, puede ser mayor, ya que las cuentas publicadas hasta el momento avanzan un agujero próximo al 5% del PIB, casi un punto superior al límite fijado por las autoridades comunitarias. El hecho de que el Gobierno del PP ya admita abiertamente que no se alcanzará el 4,2% vendría a ratificar dicho pronóstico.

En este sentido, cabe recordar que, pese a los reiterados anuncios del PP, España, en realidad, no ha cumplido ni un solo año los objetivos de déficit establecidos. Y ello, a pesar de que el Gobierno de Rajoy se ha dedicado a retrasar y elevar los umbrales marcados inicialmente por la UE.

Déficit Público

Como consecuencia, y después de casi 8 años de larga crisis económica, España sigue registrando uno de los desequilibrios presupuestarios más elevados de la zona euro, al tiempo que la deuda pública se ha triplicado hasta rondar el 100% del PIB.

España volverá a incumplir en 2016

De hecho, en su encuentro, tanto Rajoy como Rivera coincidieron en la necesidad de solicitar a la Unión Europea una nueva flexibilización en el cumplimiento de los objetivos de déficit público, en línea con lo defendido por el resto de partidos políticos.

"España tiene que cumplir con la senda de estabilidad presupuestaria acordada por la UE pero también se puede hacer uso de la flexibilidad que permite la normativa europea", dijo Mariano Rajoy. El PP había defendido hasta ahora que el cumplimiento de las cifras de déficit pactadas con Bruselas era imprescindible para afianzar la confianza y la recuperación de la economía española, mientras que el resto de los partidos habían defendido esta petición de flexibilidad en la consolidación fiscal.

Por su parte, el coordinador económico de Ciudadanos (C's), Luis Garicano, abogó este jueves por mantener sin cambios el presupuesto español para este año que Bruselas ha cuestionado, y consideró "suicida" situar el déficit por debajo del 3% al final de 2016, como España se comprometió a lograr.

"Creemos que sería suicida, erróneo desde el punto de vista macroeconómico (...) para España tener ahora un nuevo Gobierno y empezar con un presupuesto de emergencia que aumente los impuestos o reduzca los gastos por valor de 1.000 millones de euros", afirmó Garicano en un encuentro con los medios de comunicación a su paso por Bruselas.

El economista recordó que la Comisión Europea calcula que España acumuló en 2015 un déficit equivalente al 4,8% del PIB, mientras que él piensa que "no sería sorprendente que alcance el 5%". Garicano dijo que "no es correcto para España" asumir ahora las medidas de aumento de la recaudación o de recorte del gasto público, equivalentes al 0,8% del PIB necesarias para lograr que en 2016 el déficit no alcance el 3,6% que espera la CE y se sitúe en el 2,8% que España se comprometió a cumplir.

"No creemos que esto sea lo que España necesita", dijo el economista, quien afirmó que va a trasmitir a la Comisión y los socios europeos el mensaje de que "somos serios, que no vamos a mentir y perder su confianza pretendiendo alcanzar cifras que no podemos alcanzar, como algunos predecesores nuestros han hecho". Garicano afirmó que Ciudadanos defiende que no se haga ninguna modificación del presupuesto 2016, "ni en una dirección, ni en otra".

"Queremos empezar a trabajar cuanto antes en implementar estas reformas que creemos que hace falta hacer para que en septiembre u octubre podamos ya hacer un presupuesto para 2017", añadió. Garicano defendió que a cambio se apliquen reformas estructurales desde el inicio de la nueva andadura del Gobierno que se forme.

Respecto a las reformas que plantea, Garicano identificó tres problemas que cree prioritario combatir: la necesidad de aumentar la productividad de la economía española, mejorar el mercado laboral y reforzar el marco institucional contra la corrupción, a la vez que consideró "crucial" reforzar la educación. Garicano se mostró también contrario a llevar a cabo subidas de impuestos y afirmó que no apoyará derogar la reforma laboral.

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