El BMW Serie 2 Active Tourer es un perfecto ejemplo de cómo una marca de motor se adapta a un medio poco transitado durante su historia: estamos ante un BMW monovolumen y con tracción delantera. Dos conceptos revolucionarios dentro de la marca alemana que han sabido encajar a la perfección dentro del espíritu BMW.
El vehículo mantiene los valores clásicos de la marca: "Dinamismo, refinado estilo y elegancia". El prototipo presentado en 2012 introducía varias motorizaciones alternativas, de las que finalmente se ha mantenido el modelo térmico de 4 y 3 cilindros del que hablaremos más adelante.
Cuando hablamos de un monovolumen, es imprescindible hablar del tamaño, confort del habitáculo o del maletero. A este respecto, la marca del aspa cumple, presentado un vehículo con 4,34 metros de largo, 1,80 de ancho y 1,55 metros de alto. Son medidas comedidas que lo enfrentan al Mercedes Clase B, su claro rival.
Respecto al maletero, el espacio es de 468 litros, pero como viene siendo habitual en este tipo de vehículos, los asientos traseros son plegables, dando lugar a 1510 litros de capacidad.
Siguiendo con el interior, se aprecia un cambio de diseño y configuraciones del espacio (tiene diversas soluciones de almacenamiento durante los viajes) respecto a otros modelos de la marca. La posición del conductor es algo elevada, pero no excesiva, lo que lo aleja de los monovolúmenes convencionales.
A pesar de ser un segmento totalmente nuevo para BMW, el Serie 2 Active Tourer, presenta el diseño típico del fabricante alemán: la línea Hofmeister, la parrilla o los faros en forma de L están presentes en este modelo. La apariencia resultante lo acerca a un look deportivo, difícil de encontrar en coches de este segmento.
Y ya entrando en materia de motorizaciones, nos encontramos con una de las cualidades más importante de este modelo alemán: la eficiencia. La familia de propulsores cuenta con motores turbo de 3 y 4 cilindros. La versión básica es la BMW 218i Active Tourer, con un motor tricilíndrico 1.5 Twin Turbo, entrega 136 caballos y gasta solamente 5,1 litros cada 100 km. A continuación encontraríamos el 225i, motor de cuatro cilindros, 231 caballos y un consumo de 6L/100km.
También están disponibles dos motorizaciones Diésel, de 3 y 4 cilindros. El motor 220d, de 4 cilindros, impresiona con sus 190 CV y una velocidad máxima de 227 km/h con consumo promedio de tan solo entre 4,4 y 4,5 l/100 km/h. El propulsor de 3 cilindros, 216d, es un 1,5 que entrega 116 CV con un dato de par muy interesante, 270 Nm a 1.750 rpm y un consumo de entre 3,8 y 3,9 litros a los 100 km.
Por último, en cuanto a equipamiento y acabados, la marca alemana ofrece cuatro posibilidades: el acabado Advantage amplía el equipamiento de serie con, por ejemplo, control de crucero o el control de distancia de aparcamiento.
El acabado Luxury, además de las funciones que aporta el acabado Advantage, ofrece diferentes retoques estéticos como molduras en madera, llantas de aleación ligera o asientos de cuero, dotando al BMW Serie 2 Active Tourer de un toque adicional de clase y elegancia.
Si queremos añadir un look más deportivo, encontramos dos acabados, el Sport, y, como no, el M Sport. En cuanto al primero, incluye una serie de detalles como nuevas llantas de aleación ligera, tomas de aire o el tubo de escape cromado. En el interior encontramos unos asientos deportivos con la tapicería específica de tela Race o detalles cromados y tecnología LED. Y en cuanto al acabado M, BMW nos pone los dientes largos con la suspensión dinámica, pintura exclusiva o un excelente pack aerodinámico.