Estos últimos años, el mercado inmobiliario español ha sufrido importantes cambios. Los precios de las viviendas han sufrido bajadas, pero aun así los compradores quieren más. Por eso los españoles también regatean en la compra de viviendas.
Según el estudio que realiza cada año Fotocasa, un 80% de los que vendieron su casa durante 2015 rebajaron el precio inicial una media de 33.000 euros, es decir un 14%. Al estar en plena crisis, muchos necesitaban vender con urgencia, por lo que bajaban el precio hasta que conseguían algún comprador.
Durante 2015, las compras de viviendas han aumentado y los vendedores han reducido a una media de 10 meses la espera para culminar la operación. Un 68% de todos los que vendieron recurrieron a profesionales del sector. Muchos de lo que no lograron vender no estaban dispuestos a bajar de precio, y aún así una rebaja tampoco garantiza el éxito de la operación
Y es que ahora no sólo importa el precio. Los compradores son cada vez más exigentes y, además de los metros cuadrados y el estado del inmueble, también se fijan en la ubicación, la contaminación de la zona, los accesos a carreteras, la proximidad a colegios o la seguridad de los barrios. Un 66% de los que no consiguieron vender su casa, bajó el precio inicial y aún así no logró cerrar la venta.
El precio del alquiler se consigue bajar, pero menos
El mercado del alquiler en España ofrece una situación mejor que la de la venta, ya que más del 90% de los pisos que están en alquiler se han logrado arrendar. Además, muchos no han tenido que bajar el precio inicial: 73 euros es el precio medio mensual de una rebaja en el precio inicial de un alquiler.